Meses antes de que la cineasta nominada al Óscar Lucy Walker comenzara a filmar un documental sobre el mayor incendio visto en California, las llamas perdieron en magnitud ante otro fuego mayor.
El incendio Thomas de 2017 es ahora el séptimo mayor considerando el área destruida, y en breve debe ser superado por Dixie que avanza al norte del estado, mientras el cambio climático agrava esta temporada de incendios convirtiéndola en una más larga, caliente y devastadora.
«Una de las cosas que aprendí mientras realizaba este documental es que estos incendios ocurren todo el tiempo, una y otra vez», dijo Walker. «Es una prueba terrible de la tesis de esta película. No quería probar un punto o rodar una película de actualidad, pero es donde estamos», agregó.
«Bring Your Own Brigade», que se estrena en Estados Unidos este viernes, lanza una mirada amplia a las causas, conflictos y posibles soluciones para los mortales incendios forestales que aumentan en el oeste de Estados Unidos.
La película comienza con angustiantes imágenes de dos incendios que en 2018 devastaron Malibú y Paradise, dos localidades en California con contextos socioeconómicos opuestos, dejando 88 muertos.
Los camarógrafos estaban codo a codo con los bomberos durante la tragedia, y el documental se centra en los personajes y las historias personales de los rescatistas y en los obstinados residentes que después regresaron a vivir a las comunidades que fueron reducidas a cenizas.
Además de historias que muestran heroísmo, la pieza rápidamente aborda cómo muchos de los más afectados por los incendios forestales – y el cambio climático que de acuerdo con los científicos aumenta la amenaza de las llamas – son comúnmente los más reluctantes a cambiar su comportamiento.
Los residentes de Malibú, una ciudad costera a 54 kilómetros de Los Ángeles, votaron contra una propuesta de aumentar los impuestos para financiar a los bomberos, descargando su frustración con los rescatistas que, desde su perspectiva, no salvaron sus casas.
Paradise, pequeño pueblo al norte de la capital del estado, rechazó una serie de medidas económicas y efectivas para prevenir nuevas tragedias, descartando soluciones sencillas como mantener un «espacio de defensa», que es la distancia exigida de 1,5 metros que debe permanecer sin vegetación alrededor de las casas.
«Que un pueblo como Paradise no pueda adoptar diferentes estándares en las edificaciones significa que volverán a estar en la misma situación», dijo Walker.
«No hemos logrado convencerlos de que incluso estos pequeños compromisos o estos mínimos costos valen la pena. Creo que eso es realmente esclarecedor», comentó a la AFP.
«Individualista estadounidense»
Aunque hace referencia directa al cambio climático, el documental también aborda otras causas de los incendios forestales que teóricamente deberían ser más sencillas de atender.
Presenta el caso aparentemente paradójico de cómo la tala a gran escala -solución propuesta por el expresidente Donald Trump- en realidad arrecia los incendios forestales.
El mortal incendio Camp en Paradise destruyó una vecina plantación de madera, expandiéndose rápidamente a través de tupidos árboles, escombros de deforestación y especies invasivas como pasto altamente inflamable.
Walker también conversa con miembros de grupos indígenas como los Plains Miwok, que evitan incendios masivos desde hace siglos, antes de la llegada de los europeos, utilizando el fuego de forma controlada.
«Las quemaduras prescritas», empleadas para remover vegetación, se están popularizando nuevamente en California a pesar de que los residentes con frecuencia las cuestionan por temor y preocupación de que afecten la calidad del aire.
«Cuando no estamos en un estado de emergencia es difícil comprometerse y hacer sacrificios», dijo Walker, quien fue nominada dos veces al Óscar, una de ellas por su documental de 2010 «Waste Land», que retrata el trabajo del artista plástico brasileño Vik Muniz
«Sé que no es una característica únicamente estadounidense, pero creo que tal vez esté personificado por el armado individualista estadounidense», agregó.
La temporada de incendios este año sugiere que será necesario un cambio rápido de actitud.
Para finales de julio, el número de hectáreas quemadas en California aumentó más de 250% en comparación con 2020, que ya fue el peor año de llamas en la historia reciente del estado.