Miles de madres de desaparecidos marcharon este lunes en varias ciudades de México para exigir a las autoridades encontrar a sus hijos, víctimas de la violencia y la impunidad.
«No hay nada que festejar. ¡¿Dónde están nuestros hijos?!», clama furiosa Yolanda Morán mientras avanza en silla de ruedas por una avenida de la capital de México, que hoy celebra el Día de la Madre.
«Las madres venimos a recordarles (a las autoridades) que necesitan buscarlos», añade Morán, de 77 años, portando una fotografía de su hijo Dan Jeremeel Fernández, desaparecido en diciembre de 2008 en Torreón (norte) a los 35 años.
Vestida de blanco y con una rosa del mismo color en la mano, habla del agotamiento que sufren.
«No vivimos, sobrevivimos. Cada año estamos más viejas, más cansadas, más enfermas», añade.
A su lado pasa una mujer vistiendo una playera en la que se lee: «¡Haré retumbar tu nombre por todo el mundo!».
«¡Narco, militar, fiscalía, la misma porquería!», dice la pancarta de una anciana vestida de negro.
Entre finales de 2006, cuando el gobierno lanzó una polémica ofensiva militar antidrogas, y diciembre pasado, México sumaba 80,500 denuncias de personas desaparecidas, según cifras oficiales.
Otras 300,000 fueron asesinadas en ese periodo, aunque el conteo oficial no aclara cuántas de ellas fueron víctimas del combate a las mafias.
«Miedo» para denunciar
La marcha de Ciudad de México partió del emblemático Ángel de la Independencia y concluyó en el Monumento a la Revolución con un mitin.
«En Tamaulipas (noreste) tenemos mínimo 100 desaparecidos por día, pero no se denuncian todos por miedo», grita al micrófono Miriam Cabrera, de 44 años, madre de Romel Cabrera, desaparecido en ese estado en junio de 2015.
A su lado, Patricia Springton llora y acaricia fotografías de su hijo, su esposo, su cuñada y su sobrina, inubicables desde julio de 2010 cuando viajaron a Nuevo Laredo, también en Tamaulipas.
«Vivimos desgastadas, sí, con miedo, sí, pero no vamos a parar» la búsqueda, añade Cabrera a grito cortado por el llanto.
Junto a la gran alfombra que forman los manifestantes con fotografías de sus familiares, Marisa Trejo, de 54 años, habla de la «gran indiferencia» que percibe en autoridades.
El presidente Andrés Manuel López Obrador «hizo muchas promesas de apoyo y realmente nunca nos ha dado seguimiento», dice.
«Vivo en protesta y lucha, con el corazón partido en dos porque el día que se llevaron a mi hijo también se llevaron mi vida», añade Trejo, madre de Francisco Albabera, desaparecido en marzo de 2012 en el Estado de México (centro) cuando iba camino a la universidad. Tenía 22 años.
Marchas similares ocurrieron en los estados Nayarit (oeste), Sinaloa, Sonora (noroeste), Guanajuato (centro), entre otros.
En México existen casi 100 organizaciones de familiares de desaparecidos, que exigen a la fiscalía crear un banco de datos forenses.
Según datos oficiales, hay al menos 38.500 cuerpos no identificados en los servicios forenses del país.