Ese es el caso de Juan Cabrera y su hija Stefany Cabrera, quienes reorientaron su emprendimiento de confección de uniformes en el municipio de Ciudad Delgado y se adaptaron a una nueva realidad con la fabricación de mascarillas, entre las que destacan las destinadas para eventos sociales, que ellos llaman de etiqueta.
«Ahora nosotros como Creaciones Fanny innovamos con la elaboración de mascarillas de etiqueta, porque vimos que nadie lo había hecho y vimos la necesidad por la coyuntura de crear algo diferente. Creamos mascarillas para bodas, 15 años y otros eventos sociales. Nosotros podemos innovar y establecer una moda según el gusto de cada persona», detalló Juan.
La idea de este tipo de mascarillas surgió cuando se les presentó la oportunidad de crear unas en particular para el reinado de Historias de Ciudad Delgado, un concurso de belleza que dinamiza la cultura propia de su municipio.
«En el caso del reinado fue por una invitación de los organizadores de Historias de Ciudad Delgado. Adiel Orellana se comunicó y me dijo que si podíamos hacer una mascarilla que patrocinara el reinado, pero solo me pidieron una mascarilla “beige”. Ahí fue que metí mi creatividad para elaborar una mascarilla que se acople a la belleza de un reinado; no solo que tape la cara, sino que aportara un poco más de belleza al “look” que estaban buscando», relató Stefany.
De esta manera, con la experiencia de su padre, sumada a la creatividad de la joven y el trabajo de sus colaboradores, iniciaron con los preparativos para diseñar y elaborar los ocho cubrebocas solicitados para usar en dicho evento.
No obstante, durante algunos meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que las mascarillas de tela no cumplían con los estándares para brindar la debida protección contra el virus, situación a la que los Cabrera buscaron darle solución.
«Se hizo un análisis de cómo poder hacer la protección versus el costo. El material que nosotros usamos internamente son cinco capas: poliéster, doble filtro de tela termoadhesiva, polipropileno y algodón. Nuestra mascarilla tiene un promedio de 50 lavadas. Si la lavamos todos los días, son casi dos meses; pero si lo hacemos cada dos días, estamos hablando de más de dos meses», explicó Juan en relación con la durabilidad del producto.
El impacto del diseño de sus mascarillas tradicionales y de etiqueta ha sido tal que la salvadoreña Iris Guerra, ganadora del Reinado Internacional del Café 2020, las está utilizando para sus presentaciones.
«Gracias a esto de las mascarillas nos hemos abierto nuevas oportunidades, y eso queremos hacer: expandirnos un poco más, poner nuestra creatividad más en la práctica», indicó la emprendedora.
Asimismo, su padre comentó sentirse satisfecho y cataloga de positiva la nueva experiencia que la pandemia les ha dejado, ya que, debido a sus diseños, fueron seleccionados para elaborar cubrebocas para el Club América, uno de los equipos de fútbol más reconocidos de México.
«Gracias a Dios, ya se las diseñamos. Vamos pasito a pasito, y eso nos va abriendo las puertas. Es una satisfacción grande, porque Dios nos da la oportunidad de abrir los ojos y darnos cuenta de que el ser humano es capaz de hacer lo que se proponga. Nos estamos adaptando a los tiempos modernos», puntualizó Cabrera.
Ambos emprendedores prevén para el próximo año ofrecer mascarillas que combinen con los uniformes de colegios y empresas.