Durante la década anterior cada día fue asesinada al menos una mujer en El Salvador; en el gobierno del expresidente Sánchez Cerén se registraron valores de 1.4 mujeres asesinadas al día cada año, alcanzando el nada honroso primer lugar en violencia feminicida en el mundo. La violencia contra la mujer en El Salvador era generalizada e incluso en los años 2017 y 2018 se conocieron los casos más mediáticos nacional e internacionalmente de feminicidios y asesinatos múltiples de mujeres. Durante el año 2017 fueron asesinadas 469 mujeres, en el año 2018 se registraron 383 feminicidios, el año anterior se registró una primera disminución luego de once años con 230 asesinatos de mujeres para un promedio de 0.6 mujeres asesinadas cada día. Para el presente año 2020 con diez meses completos el promedio sigue descendiendo y salvando vidas de mujeres en El Salvador con una reducción del 50% en relación al año anterior para un promedio de 0.3 asesinatos de mujeres diarios, son –101 vidas de mujeres que no han sido asesinadas en el presente año.
El departamento de San Salvador encabeza la lista de asesinatos de mujeres, le siguen Ahuachapán, San Miguel, Usulután, Santa Ana, La Paz, La Libertad, Sonsonate, La Unión, Cuscatlán, Cabañas, Chalatenango. San Vicente y Morazán. El departamento de Ahuachapán presenta incremento en el año 2020.
La actual administración de la Policía Nacional Civil ha fortalecido el trabajo de prevención de violencia en los hogares salvadoreños ante las llamadas al sistema de emergencia 911 lo cual ha sido clave para poder lograr intervenciones exitosas. Pero además hay un fortalecimiento en los territorios; en las sedes de UNIMUJER ODAC que son un ejemplo a nivel mundial. Tenemos un giro en el enfoque de la PNC en prevención, pero hay una reacción contundente ante denuncias. En la subdirección general de la PNC ha sido nombrada una mujer con gran trayectoria en la corporación, y la subdirección de seguridad pública ha sido conducida por la primera mujer que ascendió al alto mando policial en la actual administración. La PNC también está dando el ejemplo con una política de enfoque de género y respeto hacia las mujeres que laboran en la corporación policial.
La reducción de asesinatos contra mujeres en El Salvador es real, pero no podemos negar que la violencia feminicida se mantiene, que es estructural e histórica, y que se manifiesta con violencia psicológica, sexual, maltrato físico, violencia patrimonial y con menosprecio por su condición de ser mujer. Debemos de luchar por erradicar la conducta machista en El Salvador que nos hace ejercer violencia contra la mujer, contra otros hombres y contra nosotros mismos.