La desgracia ocurrida en el estadio Cuscatlán, el pasado 20 de mayo, que terminó con nueve personas fallecidas, ha dejado huellas de todo tipo en el ambiente futbolístico nacional
En la dirigencia de Estadios Deportivos de El Salvador, empresa administradora del estadio Cuscatlán, ha habido una elección, tras la tragedia, tanto así que ahora se trabaja en una normativa de seguridad para garantizar el acceso a los hinchas a ese recinto deportivo.
De acuerdo con el titular de Edessa, Néstor Castaneda, una de las medidas será no permitir el ingreso de aficionados en estado de ebriedad. «El engramillado va a quedar una belleza, vamos a ampliar camerinos, pero lo más importante ahora son las medidas de seguridad, que van a ser estrictas. Se van a poner como condición de parte nuestra para cualquier evento. Primero, el aforo se tendrá que respetar. Si en sol la capacidad es para 10,000 personas, pues vamos a poner ahí un control del ingreso, para que no se sobrepase esa cantidad y luego no vamos a permitir el acceso al estadio a personas en estado de ebriedad», dijo Castaneda, en charla con «Diario El Salvador».
Castaneda indicó que representantes de Protección Civil llegaron al Monumental para hacer una inspección total. «También tuvimos la visita del Cuerpo de Bomberos y solo estamos esperando un informe por escrito de parte de esas instituciones con recomendaciones. También vamos a tomar en cuenta asesoría de gente experta en el tema, para montar esa información en el reglamento de seguridad. Vamos a hacer más estrictos en las puertas de acceso. Ahora que haremos inversión en la cancha, la seguridad tiene que ir a la par. No puede ser que los hinchas accedan al estadio con esas bolsas grandes de pólvora y ebrios. Eso ya no se va a permitir», aseguró Castaneda.