Estados Unidos conmemora este sábado el 20 aniversario de los peores atentados de su historia, todavía conmocionado por un hecho que cambió en muchos sentidos el curso de la historia no solo en el país sino en el mundo entero.
Las ceremonias de este año cobran un especial significado. A la salida accidentada de las tropas estadounidenses de Afganistán tras la vuelta al poder de los mismos talibanes a los que desalojaron hace casi 20 años por cobijar a los ideólogos de los atentados perpetrados por Al Qaida, se suma la vuelta a cierta normalidad tras el zarpazo del covid-19, que se ensañó en particular con Nueva York.
A diferencia del año pasado que fueron virtuales por la pandemia, las ceremonias de este año serán presenciales y contarán con la asistencia a partir de las 08H30 (12H30 GMT) del mandatario Joe Biden y su esposa Jill, que estarán acompañados por predecesores en el cargo, autoridades locales y familiares.
En un video publicado la víspera del aniversario, Biden pidió a los estadounidenses unidad.
«Para mí es la principal lección del 11 de septiembre. En el momento de mayor vulnerabilidad, (…) la unidad es nuestra mayor fuerza», declaró el presidente en su mensaje.
Las ceremonias tendrán lugar en medio de fuertes medidas de seguridad.
«No consideramos la Zona Cero como el único blanco potencial mañana (sábado), vamos a proteger toda la ciudad. No hay amenazas específicas y creíbles contra la ciudad de Nueva York, en este momento. Pero desplegaremos recursos masivos para proteger a todos los neoyorquinos y a nuestros visitantes», dijo el viernes el alcalde Bill de Blasio.
Muchas son las personas que se han desplazado esta semana sobre todo a Nueva York para homenajear a las 2.977 víctimas de los atentados perpetrados por 19 terroristas, la mayoría saudíes, que lanzaron en la mañana del 11 de septiembre de 2001 cuatro aviones -que habían secuestrado previamente- contra las Torres Gemelas y el Pentágono, a las afueras de Washington; mientras el cuarto, que presumiblemente iba dirigido al Congreso, cayó en un campo en Pensilvania.
- Emoción viva –
Veinte años después, la emoción sigue viva por este ataque brutal que conmocionó a todo un país y al mundo entero. El reborde de las piscinas donde están inscritos los nombres de las 2.753 víctimas de las Torres Gemelas se iba llenando de flores desde el jueves.
En la Zona Cero de los atentados se ha erigido el edificio más alto del país, el One World Trade Center, con 541 metros de altura, un museo y dos piscinas donde antes estaban las Torres Gemelas.
«Como nación, es uno de los momentos -como el asesinato de John F. Kennedy- que recuerdas lo que estabas haciendo», dijo a la AFP Patricia Litewski, de 52 años. «Afectó a todo el mundo de una forma u otra», aseguró.
Josep Dittmar es uno de los supervivientes de las torres. Aquel día estaba en el piso 105 de la torre sur en una reunión cuando el primer avión se estrelló en la otra torre gemela.
Ni él ni sus colegas tenían idea de lo que estaba pasando pero veinte años después recuerda cómo pequeñas decisiones que tomó en el momento le salvaron la vida. Aún sin saber lo que estaba pasando, lo único que tenía en mente era bajar lo antes posible los 105 pisos por la escalera y salir a la calle.
«No me siento culpable de haber sobrevivido. Me pregunto cómo sobreviví, pero supe relativamente rápido que lo que tenía que hacer era seguir contando la historia para poder vivir», dijo recientemente a la AFP.
Arlene Sorano, 68 años, tiene una amiga que perdió a su hijo. Ha decidido venir en este aniversario significativo para «honrar las almas que perecieron».
- Otro mundo –
Mucho ha cambiado el mundo desde los atentados del 11 de septiembre que perpetró la Al Qaida de Osama Bin Laden, abatido luego por los estadounidenses en su refugio en Pakistán.
A la invasión estadounidense de Irak y Afganistán, le siguieron los atentados en España o Francia de cariz islamista, o el surgimiento de grupos como el Estado Islámico, que han llevado los niveles del terror a cotas inimaginables y han creado escuela en muchas regiones del mundo.
Al calor de las revueltas a favor de la libertad y la democracia en muchos países del mundo árabe durante la denominada Primavera Árabe, muchos conflictos se enquistaron en atroces guerras civiles como en Libia o Siria donde los grupos islamistas pertenecientes a Al Qaida o EI también libraron una guerra sin cuartel que se está extendiendo por Estados débiles en África.
Los atentados también cambiaron profundamente la forma de viajar con fuertes medidas de seguridad en aeropuertos, aviones, estaciones de trenes o barco y controles de los servicios de inteligencia que forman ahora parte del día a día de los viajeros.