Wang hizo las declaraciones en una conferencia de prensa diaria en respuesta a reportes periodísticos de que ocurrió un gran número de incidentes de tiroteos en muchos lugares de Estados Unidos durante el fin de semana, los cuales dejaron muchas víctimas.
Según los datos publicados por el Archivo de Violencia con Armas de Estados Unidos, una organización sin fines de lucro, se registraron alrededor de 220 incidentes con armas en ese país durante el fin de semana, y cerca de 90 personas murieron.
«Expresamos nuestro pesar por los repetidos incidentes de tiroteos en Estados Unidos que han causado una gran cantidad de víctimas, y estamos preocupados y perturbados porque el Gobierno estadounidense no ha tomado ninguna medida sustancial para reducir la violencia con armas durante mucho tiempo», dijo Wang.
Como el país que registra la violencia con armas más grave del mundo, el número de víctimas de ese tipo de violencia ha alcanzado niveles récord, y un promedio de 122 personas mueren a diario, dijo Wang, quien agregó que la probabilidad de que niños y adolescentes mueran por disparos es 15 veces mayor que en los otros 31 países de ingresos altos combinados.
«Sin embargo, en los últimos 25 años, el Gobierno estadounidense se ha tardado en promulgar un proyecto de ley de control de armas», enfatizó Wang.
Ante las repetidas tragedias de derechos humanos en su propio país, los políticos estadounidenses sólo repiten palabras huecas para aplacar o escenificar algunos eventos luctuosos hasta que ocurra el próximo incidente mortal, indicó.
«Las personas no pueden dejar de preguntarse, ¿dónde están los derechos humanos del pueblo estadounidense cuando ven que sus familiares e incluso sus hijos son enfrentados a punta de pistola todos los días, pero no pueden hacer nada?», dijo Wang.
El portavoz cuestionó si a los políticos estadounidenses les importan más los derechos humanos o la hegemonía, cuando son indiferentes a la muerte de su propio pueblo pero se entrometen en los asuntos de otros países.
«Instamos a Estados Unidos a responder a las preocupaciones del pueblo estadounidense, garantizar la seguridad de sus vidas y permitir que los estadounidenses se sienten en sus escritorios con tranquilidad y caminen libremente por las calles», dijo.
«Esto es lo que debe hacer un Gobierno que se preocupa por los derechos humanos y los defiende», dijo Wang.
