El gobierno de Estados Unidos enviará refuerzos a su ya robusta presencia de tropas y armamento en los países miembros de la OTAN que colindan con Rusia, en lo que llamó una «defensa» frente a la entrada de soldados rusos a Donetsk y Lugansk, regiones separatistas del este de Ucrania.
«Todos estos movimientos son en defensa. No tenemos intención de pelear con Rusia», aseguró Biden, quien sugirió que es el gobierno de Vladimir Putin el que busca la guerra.
«Autoricé movimientos adicionales de fuerzas y equipos estadounidenses ya estacionados en Europa para fortalecer a nuestros aliados bálticos, Estonia, Letonia y Lituania», anunció Biden en una breve conferencia de prensa en respuesta a los más recientes movimientos de Vladimir Putin en la crisis con Ucrania.
De acuerdo a reportes de prensa, el mandatario ya había desplegado o reubicado a unos 6,000 soldados en Alemania, Polonia y Rumania, en posiciones estratégicas cerca de Rusia, país que reúne a unas 190,000 tropas cerca de Ucrania y Bielorrusia. Esto aunado al poderío de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Estados Unidos, Canadá, Estonia, Lituania y el Reino Unido, son algunos países que no han parado de enviar armamento a Ucrania y que el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, reconoce como «amigos» para defenderse de Rusia. Putin reconoció como «amigas» a las dos regiones separatistas y ordenó reforzarlas con tropas rusas, pero aclaró que no ha autorizado entrar a Ucrania, como Estados Unidos y sus aliados han dicho.
Estados Unidos reprendió a Rusia con su primera tanda de sanciones, que impedirán captar fondos occidentales para reembolsar la deuda soberana (lo cual podría influir en el valor del rublo y aumentar el costo de los productos importados) y apuntan a las instituciones financieras y las élites rusas. Lla Unión Europea y Canadá se unieron a las sanciones, pero nada hizo que Rusia retrocediera.