Una alta funcionaria de la Administración Biden ahondó, en entrevista con la Voz de América, en el anuncio, realizado en los márgenes de la 76ª Asamblea General de las Naciones Unidos, de que Washington donará 500 millones de vacunas más.
Loyce Pace, directora de Asuntos Globales del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) dijo el miércoles que en la agenda estadounidense los grupos «históricamente marginadas o en desventaja» serán prioritarios para acceder a las vacunas contra el COVID-19 que Washington donará.
«Ciertamente hay un compromiso con la igualdad en nuestra agenda (…) y eso incluye a personas históricamente marginadas o en desventaja en términos de lo que pueden acceder, incluidas las vacunas», afirmó Pace.
Aunque la funcionaria no se refirió a ningún país en concreto, sus declaraciones se dan luego que el presidente Joe Biden participará en la cumbre global sobre vacunas, realizada de forma simultánea a la Asamblea General de Naciones Unidas.
Durante el evento el mandatario prometió donar 500 millones de vacunas adicionales a los países que luchan por superar la pandemia. Este nuevo cargamento será de Pfizer y, según afirmó, se «destinará a países de ingresos bajos y medios».
Además, Biden exhortó a las naciones ricas a hacer más esfuerzos para controlar el coronavirus.
Pace explicó que, antes de asistir a cualquier nación, Estados Unidos debe, junto con los países de la región, «desarrollar una especie de hoja de ruta», que incluye el compromiso de los que ya han vacunado a su población, empresas y otras partes interesadas a compartir dosis o hacer contribuciones.
«Entonces podríamos trazar un mapa (…) y cuál será el impacto regional», precisó la funcionaria.
Estados Unidos y otros países ricos fueron criticados por la Organización Mundial de la Salud por sus planes de implementar vacunas de refuerzo para personas mayores y poblaciones de alto riesgo, mientras que gran parte del mundo enfrenta una grave escasez de dosis.