Antes de la pandemia, El Salvador tenía peores condiciones sanitarias y económicas para enfrentarla: contaba con menor y peor infraestructura, equipo y personal de salud especializado que los que tenía Costa Rica. El nivel de vida era muy inferior al de ese país.
El endeudamiento público de los dos países en el período analizado (marzo-diciembre de 2020) fue casi en su totalidad para resolver problemas de salud relacionados con la COVID-19 o para mitigar su impacto en la sociedad. En ese período, El Salvador se endeudó en $2,091 millones, mientras que Costa Rica lo hizo en $10,436 millones. Esto significa que el endeudamiento público por habitante fue de $309 en El Salvador y de $2,041 en Costa Rica; el aumento de la deuda pública por habitante con COVID-19 fue de $45,496 en El Salvador y de $61,634 en Costa Rica; El Salvador se endeudó $45,513 por persona recuperada, que representa el 57 % del correspondiente a Costa Rica ($79,583). La efectividad o eficacia en lo relativo al combate contra la pandemia ha sido mayor en nuestro país.
Las principales razones por las que El Salvador ha tenido esos resultados en el uso del endeudamiento público en el control de la pandemia durante los primeros 10 meses son los siguientes: los salarios del personal de salud en El Salvador son mucho más bajos que en Costa Rica1; el protocolo de insumos médicos (medicinas, oxígeno, energía eléctrica, etcétera) fue de menor costo; el promedio de días de hospitalización por COVID-19 fue también inferior; así como el hecho de que en octubre, noviembre y diciembre muchos de los pacientes fueron tratados a distancia (entrega de paquete de medicinas, control de los síntomas por teléfono y hospitalización solo en los casos graves). La efectividad o impacto positivo en el control de la pandemia se hizo patente al finalizar 2020. Costa Rica tenía escasez de equipo y camas de hospital para contagiados de COVID-19, mientras que en El Salvador se había superado este problema.
La pandemia afectó económicamente más fuerte a El Salvador durante 2020, el Banco Mundial estimó la disminución del PIB de El Salvador en 7.2 % en ese año, mientras que la de Costa Rica fue de solo 4.3 %. La explicación de esta diferencia es porque El Salvador fue más estricto en la política de cuarentena total, lo que le permitió un mayor control del contagio de la enfermedad. Sin embargo, el impacto económico a mediano plazo de esa política de cuarentena es mayor para El Salvador. El crecimiento económico de este país será superior al de Costa Rica al finalizar 20212.
La pandemia todavía continúa afectando fuertemente a los dos países. Costa Rica recibió el primer lote de vacunas antes que El Salvador, pero la información reciente muestra que El Salvador tiene seguridad de recibir grandes cantidades de este fármaco en los próximos cuatro meses, con la posibilidad de finalizar su programa de vacunación antes que Costa Rica.
1 Pero El Salvador entregó un bono monetario al personal de salud, así como a los policías y a los militares que han participado en las actividades de combate contra la enfermedad.
2 https://semanariouniversidad.com/ultima
-hora/banco-mundial-estima-crecimiento-economico-del-26-para-costa-rica-en-2021/