Un total de 13 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron asesinados durante el 2020, es decir que hubo un 44.8% menos de homicidios de policías con respecto al año 2019 cuando se registraron 29 bajas dentro de la Corporación.
La violencia homicida contra agentes durante el año recién finalizado es una de las más bajas de los últimos 11 años y solo se iguala a la cifra de 2013 cuando las autoridades reportaron 13 muertes violentas de miembros de la PNC. Entre las víctimas del 2020 están ocho agentes, un supernumerario, un cabo, dos sargentos y un subinspector.
Con estos resultados quedan atrás años oscuros para los policías, específicamente el 2015 cuando lamentaron la pérdida de 67 agentes de un total de 6,656 muertes violentas ocurridas a nivel nacional, un año en el que El Salvador paso a estar en primero lugares de los países más violentos del mundo. En la mayoría de los homicidios, Seguridad se los atribuye a las estructuras de pandillas.
Los datos oficiales detallan que en 2009 asesinaron a 24 policías, en 2010 (23); 2011 (19), 2012(16); 2013(13), 2014(39); 2015(67); 2016(47), 2018(33), 2019(29) y 2020(13).
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El representante del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP), Marvin Reyes atribuye la reducción a la acción constante de la PNC, a través de los diferentes operativos en contra los grupos criminales, también considera que el endurecimiento de las medidas en los penales ha sido efectivo para reducir todos aquellos lineamientos que salen de las distintas cárceles.
En cuanto a los casos reportados el año pasado, Reyes detalla que 10 se los atribuyen a las maras y que las víctimas estaban de licencia al momento del ataque, mientras que los otros tres están relacionados con hechos confusos. Menciona el doble homicidio ocurrido en Cojutepeque en el que estuvo involucrado un subinspector y un agente luego de atacarse a balazos con un oficial del ejército.
El último caso ocurrió el 31 de diciembre en Osicala, Morazán, donde el José Joel Vigil Gutiérrez, de 37 años, fue atacado supuestamente por dos militares con quienes departía.
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Reyes dice, que, pese a la baja de homicidios contra agentes desde mediados de 2019, se «evidencia que el policía sigue siendo vulnerable en su tiempo libre y, en los otros casos, que el policía que ha sido atacado por miembros de pandillas, nos indica que estos grupos criminales están pendientes de la actividad del policía, sobre todo, cuando está de licencia, en su casa o hace otro tipo de actividades de tipo personal».
El dirigente policial es de la idea que las autoridades deben trabajar bastante para encontrar un mecanismo para lograr una mayor reducción en cuanto a los ataques de grupos criminales contra miembros de la PNC, «si bien es cierto se ha reducido drásticamente en los últimos años y este 2020 se mantiene a la baja no podemos confiarnos, no podemos descuidarnos y mostrar algún tipo de confianza porque los grupos criminales están al acecho y el policía es un objetivo para ellos, su grupo familiar también», dice el dirigente.
De igual forma, Reyes reconoce que, con la baja en los atentados contra personal de la Policía, la reducción de homicidios de población civil, el gobierno manda un mensaje de seguridad a la población, «pero esto no nos puede relajar, que no nos genere acomodamiento porque esto puede derivar en un repunte de este flagelo que tanto nos ha golpeado como país», concluye.