El Salvador cerró el 2020 con más de 45,000 casos confirmados de COVID-19, la pandemia mundial que reconvirtió todas actividades del diario vivir e impactó la economía generando una contracción mundial del crecimiento de un 4.4 %, según cifras el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La caída de la economía local rondó el 10.2 % al tercer trimestre, indican las mediciones del Banco Central de Reserva (BCR), durante un año en que la contingencia por la pandemia obligó a detener la fuerza productiva, exceptuando los sectores fundamentales, por tres meses para evitar incremento de contagios.
Tras superar un año en el que se planteó la disyuntiva entre la salud y la economía, empresarios salvadoreños opinan sobre cuáles serán los principales retos a superar de cara el 2021.
EXPORTACIONES
Según el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza uno de los mayores retos en el año nuevo será recuperar los niveles de exportaciones.
«No vamos a crecer sino hay crecimiento en exportaciones y eso también implica para el empleo», sostuvo, aunado a esto indicó, que también se debe garantizar la estabilidad de las inversiones en el país para que se pueda seguir produciendo y exportando.
Según datos del BCR, éstas decayeron un 17.5 % durante los primeros 11 meses del año, los sectores que se vieron más afectados han sido los relacionados a alimentos y bebidas, logística y los relacionado a turismo..
EMPLEOS
Por su parte, la directora Ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (CAMTEX), Patricia Figueroa consideró que generar y mantener los empleos será la gran disyuntiva del nuevo año.
Indicó que en contexto de la «nueva normalidad», se debe desarrollar una agenda de competitividad de la mano con todas las instituciones del Estado involucradas, que permitan mantener el empleo y ritmo de las exportaciones.
Para que esto se posible Figueroa sugiere reconvertir las políticas de nacionales y trabajar en la atracción de nuevas inversiones.
«(Es necesario) contar con un marco jurídico actualizado, que se adapte a la realidad de la dinámica productiva comercial a nivel internacional. Ser atractivos para la inversión, respetando las condiciones laborales de nuestros colaboradores, para lograr una producción eficiente y con justicia, respetando las leyes locales», indicó la ejecutiva.
Según una encuesta realizada por la ASI, este año se perdieron alrededor de 60,000 empleos hasta noviembre.
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FINANCIAMIENTO
El director ejecutivo de la ASI, Eduardo Cader consideró que el acceso a créditos será fundamental para reactivar el deprimido sector productivo que dejó el 2020.
Tras las medidas restrictivas dictadas para evitar incremento de contagios, varias empresas debieron detener su actividad productiva lo que significó cierres completos o parciales y que sus finanzas se vieran afectadas.
«Necesitamos definitivamente liquidez en las empresas», sostiene el empresario por lo que ve a bien el Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas (Firempresa) gestionado a través del Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal).
«Eso está ayudando mucho por el lado del apoyo para con las planillas de las empresas, pero está costando un poquito como para darle capital de trabajo, aparentemente los requisitos son un poco engorrosos pero tenemos fe que eso va a caminar», reflexionó.
Hasta noviembre Firempresa había entregado $56.5 millones en subsidio, $14.4 millones en créditos al sector formal y $38.2 millones en créditos para el sector informal, según datos de Bandesal.
TRAMITOLOGÍA
Para el director ejecutivo de la Cámara Salvadoreña de la Construcción (CASALCO), José Velásquez lo más importante para el crecimiento económico de 2021 será agilizar los trámites que permiten a los sectores desarrollar sus proyectos.
La tramitología es una de las quejas recurrentes de los sectores productivos, los cuales afirman que también es una de las principales consideraciones a la hora de tomar la decisión de invertir en el país.
Sin embargo, Velásquez ve un importante avance en la creación de Ventanilla Única para Trámites de Construcción en donde participan 11 instituciones de gobierno con miras a agilizar los procesos a los desarrolladores.
BIOSEGURIDAD
Entretanto, la presidenta de Inquifar, Carmen Estela Pérez sostiene en el 2021 será fundamental no bajar la guardia en cuanto a las medidas de prevención de contagios por COVID-19.
Indica que será un reto mantener la dinámica de bioseguridad generada por la pandemia, ante el cansancio de todo un año atípico, pero recalca que solo esto podrá garantizar al rubro farmacéutico y al país en general.
Este sector que se convirtió en un pilar de la contingencia de la COVID-19, fue de los pocos que no cerró por ser fundamental y logró proveer la mayoría del medicamente requerido para los tratamientos ambulatorios, incluyendo el 100 % de la vitamina D y el zinc consumido.
Esta dinámica permitió que para octubre de 2020 las exportaciones de esa industria crecieran un 5 % con respecto a octubre de 2019, aseguró Pérez.
«El 2021 será el año de resiliencia, de la pelea, de acelerar un poquito para recuperar los índices y los indicadores que teníamos antes de la pandemia»
Eduardo Cader, director ejecutivo de la ASI.
«Ha quedado de manifiesto la necesidad de tener una industria farmacéutica local que produzca medicamento de calidad, seguro y eficaz en el momento que se necesita»
Carmen Estela Pérez, presidenta de Inquifar.