Balmore Antonio Olivares Rodríguez es un chef ahuachapaneco de 32 años que descubrió su pasión por los asados cuando viajó a Argentina, donde aprendió técnicas que luego complementó con su estilo en El Salvador.
«Soy alguien, como dice el Mágico González, metido benigno, porque en el buen sentido de la palabra, siempre me fijo en todo y luego experimento algo nuevo. Eso es la cocina», expresó Olivares.
En 2008 viajó a Estados Unidos en busca de una oportunidad laboral.
Cuando regresó a El Salvador, apostó por estudiar y luego reproducir su conocimiento, por lo que actualmente imparte clases en el Centro Juvenil El Salvador–Corea (Koica) de Ahuachapán y es parte de la Asociación de Parrilleros de El Salvador.
«Empecé cortando vegetales. Al regresar [al país] cursé dos años de estudio y sigo estudiando. Me llamó la atención lo de los asados, porque la carne me gustaba un poquito roja y empecé a estudiar el tipo de cocciones», relató Olivares.
El ahuachapaneco afirmó que antes era recurrente escuchar en el país que la cocina no era para hombres, por lo que se decidió a estudiar un Técnico en Sistemas, pero se dio cuenta de que no lo disfrutaba.
Reconoció que salir del país, aparte de culturizarse, le ayudó para darse cuenta de que podía romper esa barrera. Actualmente, Balmore se prepara, junto con otros colegas, para participar en el mundial de asados organizado por la World Barbecue Association, que se llevará a cabo en Bélgica.