El precio del barril de petróleo de Brent se disparó ayer, alcanzando brevemente cerca de los $140, esto luego de que la Casa Blanca anunció que estaba discutiendo un embargo sobre los suministros de Rusia, lo que avivó los temores en un mercado que ya ha registrado incrementos en las últimas semanas.
Por lo tanto, el incremento de ayer se acerca al récord de $147.50 alcanzado en 2008.
En ese sentido, las sanciones de la Casa Blanca a Rusia estarían provocando un incremento en el precio del petróleo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que la administración de Joe Biden y sus aliados están discutiendo un embargo del petróleo ruso, a medida que aumenta la presión para responder con más fuerza a la invasión de Ucrania restringiendo las exportaciones de la industria energética clave de Rusia.
Según medios internacionales, los analistas de la empresa financiera JP Morgan dijeron la semana pasada que el petróleo podría dispararse a $185 por barril este año, dependiendo de la evolución de la crisis en Ucrania y de cómo Rusia contrarreste las medidas que Estados Unidos y sus aliados han promovido en su contra.
La semana pasada, el índice de referencia Brent subió un 21 % para cerrar en $118.11 el barril, y el crudo estadounidense ganó un 26 % para cerrar en $115.68, niveles vistos en 2013 y 2008, mientras Rusia luchaba por vender petróleo en medio de nuevas sanciones.
Los comerciantes, los transportistas, las aseguradoras y los bancos se han mostrado cada vez más cautelosos a la hora de asumir o financiar las compras de barriles rusos, pero el embargo de Estados Unidos a Rusia provocaría una afectación directa en el mercado.
Representantes de empresas energéticas en Asia informaron que no será posible absorber una cantidad importante de petróleo ruso en el hemisferio occidental. Rusia es uno de los mayores productores de petróleo del mundo. En 2020 produjo 10.1 millones de barriles diarios de crudo y gas natural condensado.