Hoy se celebra el tercer aniversario de la aprobación de la Ley Bitcoin, una normativa que puso a El Salvador en los ojos del mundo por ser el primer país en adoptar un activo digital como moneda de curso legal. Dicho proyecto fue inspirado por Bitcoin Beach, una economía circular basada en bitcoin en El Zonte, La Libertad, en la cual se mezcla el turismo internacional con negocios locales de todo tipo utilizando wallets para recibir pagos.
El espíritu de esa comunidad playera, donde los comerciantes de la zona se ven beneficiados con el capital inyectado por los foráneos entusiastas de la divisa digital, ha motivado también a otras ciudades como Berlín, en Usulután, a explotar el potencial turístico y económico de bitcoin.
Bitcoin Berlín, fundada por el joven salvadoreño Gerardo Linares, es una iniciativa que emula la economía circular de El Zonte, pero que aporta otras características al modelo y muestra el impacto directo de bitcoin en el desarrollo socioeconómico de una población.
En el centro del distrito se ha creado un centro comunitario de bitcoin, donde hay cajeros, libros especializados, aulas para enseñar sobre la moneda y espacios de coworking para los bitcoineros extranjeros que visitan la zona por un tiempo determinado y otros que ya residen de forma permanente.
Según Linares, en la actualidad hay 16 extranjeros de diferentes nacionalidades que proceden de países como Canadá, Alemania o Francia, quienes han decidido mudarse a Berlín por completo y vivir, trabajar remoto desde esa zona e iniciar negocios para emplear gente salvadoreña; estas son personas que viven en un estándar bitcoin, donde solo utilizan esa moneda para hacer transacciones. Además, semanalmente llegan entre cinco a seis turistas internacionales nuevos a conocer la iniciativa y se quedan por ciertos días o semanas.
«Berlín es un pueblo hermoso, rico en clima y con gente súper amable. Los bitcoineros vienen acá y se encuentran con una comunidad con gente agradable que adopta bitcoin y se quieren quedar. Tenemos 16 extranjeros que viven permanentemente en Berlín. Muchos tienen cerca del año de estar viviendo acá, otros tienen menos», indicó.
Ese movimiento turístico ha llevado a su vez un flujo importante de dinero digital hacia los comercios de la zona. Hasta la fecha hay contabilizados más de 100 negocios en la ciudad que reciben pagos en wallets.
«Hace un año y medio, comenzamos a educar a la gente sobre bitcoin, negocio tras negocio. Les enseñamos a utilizar bitcoin, cómo hacer transacciones, cómo utilizarlo como método de pago. Entonces, hicimos un mapa de esos comercios y cada vez que viene un extranjero le mostramos dónde pueden ir a hacer sus compras en bitcoin. Los negocios querían que los extranjeros les compraran en sus locales, entonces también buscaron aprender con nosotros», apuntó.
Eso también ha generado un círculo de uso de la divisa digital entre los comercios. «Como ya hay un círculo de personas y negocios que aceptan bitcoin, por ejemplo, la señora que vende pupusas le compra los tomates y verduras que necesita a la señora que acepta bitcoin. En el parque central se pueden encontrar 20 negocios fácilmente y venden de todo, desde comida hasta ropa», explicó Gerardo.
Además, en el centro comunitario se brindan clases semanales para gente de cualquier edad de Berlín que quiera aprender sobre el funcionamiento de la moneda. Alrededor de 2,000 personas han sido capacitadas y la mayoría de ellas también hace sus compras con la criptomoneda.
«La experiencia ha sido buena, no solo para la gente local, sino también para los extranjeros, porque ha generado una nueva forma de pago. Nos ayuda como negocio a tener más ingresos porque es una forma de pago que no se maneja en cualquier lugar», comentó Graciela Portillo, quien trabaja en el mini supermercado Family Market.