Héctor Moreno emigró a Estados Unidos a los 21 años debido a la inestabilidad que existía dentro del país en la década de 1980, cuando era estudiante de Ingeniería Civil. Recuerda que tenía amigos de ideología política de derecha e izquierda, además, algunos eran guerrilleros y los padres de otros fueron coroneles. Por lo cual decidió salir de El Salvador para evitar elegir un bando y sufrir consecuencias.
A pesar de haber finalizado con su técnico en Ingeniería Civil, emigró como miles de indocumentados en busca de oportunidades. En Estados Unidos se le abrieron las puertas en Panavision, empresa dedicada a brindar equipo técnico para la producción de películas y series televisivas. Fue esa la oportunidad que necesitaba para empezar a destacar en el fascinante mundo de la producción audiovisual.
Héctor comenzó a trabajar como ingeniero en Panavision, una empresa pionera en herramientas para la grabación de audiovisuales. Gracias a su talento y a su perseverancia para salir adelante, la compañía pagó sus clases en ingeniería electrónica para mejorar sus capacidades en el manejo de equipos, hasta llegar a convertirse en el director de Sitcoms y Servicios Técnicos en Panavision.
A lo largo de su carrera, Héctor Moreno ha contribuido en la producción de series de relevancia mundial como «The Big Bang Theory», «Friends», «Two and a Half Man», «Seinfield», «Cheers» y «Baywatch».
Ahora, con su experiencia y reconocimientos, Héctor afirma que quiere devolver algo a El Salvador y piensa hacerlo con una producción de cine sobre una historia basada en su país, con la que quiere dejar un mensaje importante para varias generaciones, especialmente para los jóvenes que llegan a Estados Unidos con el objetivo de cumplir sus sueños, sin importar lo difíciles que se pongan las circunstancias.
Por el momento hay planes avanzados para poder empezar a trabajar su proyecto cinematográfico con la productora Argos, de México, famosa por haber revolucionado parte del cine y las series de televisión en Latinoamérica.
En esta entrevista, este salvadoreño exitoso relata una parte de su historia y comparte su visión de cómo ve el futuro del cine en El Salvador.
¿Quién es Héctor Moreno?
Héctor Moreno es un salvadoreño que hace algún tiempo se fue a los Estados Unidos con una necesidad de salir del país debido a la inestabilidad que existía. Mucha gente emigró en ese tiempo, y llegando a los Estados Unidos se dio la oportunidad de comenzar a trabajar en la industria del cine, en la cual estoy hasta el momento desde 1980. A esta altura de mi vida es un gusto poder compartir mi experiencia.
Soy un salvadoreño más, y me da mucho gusto poder compartir con los salvadoreños sobre mi carrera. Si en algo puedo colaborar en esta industria que ahora está creciendo un poco más en el país, lo haré.
Soy una persona más a la que encanta venir a El Salvador, y quiero mucho a mi país.
¿Cuál ha sido su mejor experiencia en el mundo del cine?
Mi mejor experiencia en el mundo del cine, más que compartir con celebridades, ha sido estar en lugares que quizás nunca en mi vida habría podido estar si no fuera por la industria del cine.
Las celebridades son personas como nosotros, aunque mucha gente piensa que estar cerca de ellos es increíble. Se admira su talento, pero a la misma vez, nos damos cuenta de que son personas como nosotros, pero con un talento diferente.
Una de las mejores experiencias que me ha dado la industria del entretenimiento ha sido visitar lugares en los que nunca creí que estaría, por ejemplo, estar frente a la estatua de Cristo Redentor en Brasil o incluso en el capitolio en Estados Unidos.
En general, pienso que la mejor experiencia es tratar con personas, y saber uno está colaborando, siendo salvadoreño en una industria que mucha gente piensa que está fuera de nuestro alcance, pero no lo está. Por medio de la perseverancia se puede lograr.
¿Cuáles son los directores que han solicitado su experiencia y conocimientos?
He trabajado con muchos directores de fotografía muy cotizados, yo me encargo de supervisar las imágenes y les brindo las herramientas necesarias para producir, también les ayudo con ideas de vez en cuando. En cuanto a directores, he trabajado con algunos como Steven Spielberg y Quentin Tarantino, por ejemplo.
Durante los inicios en mi carrera en la industria del cine trabajaba en aspectos más técnicos, ahora mis funciones son más administrativas. Spielberg solicitó un ingeniero de cámaras en su momento, entonces allí aparecí yo. Tarantino también consideró necesario contar con una persona con conocimientos técnicos para rodar sus películas, como fue el caso del filme «Érase una vez en Hollywood».
Por ser uno de los empleados más antiguos que permanecen en Panavision, yo era una de las personas, o la única, que sabia acerca de la sincronización de un proyector con las cámaras. Ahora todo es digital, por eso los nuevos técnicos de cámara no manejan las herramientas análogas, y «Érase una vez en Hollywood» es una película que requería de producción en cinta.
¿Cómo ve el futuro del cine en EL Salvador?
Actualmente está en un momento de inflexión, la curva se dirige hacia arriba. Creo que hay mucho talento, y se ha desperado mucho interés por la industria del cine. Existe entusiasmo entre los jóvenes, y también hay oportunidades.
El cine es un camino bastante largo por recorrer, pero creo que en El Salvador se están dando los pasos correctos y existe talento, en el futuro queda guiarlo en la forma correcta.
Espero que haya apoyo, y yo pienso que la ayuda tiene que ser de todos los cineastas envueltos, pero es un buen momento.
¿Qué consejo podría darles a los salvadoreños que quieren hacer cine?
Actualmente, la ventaja es que tenemos la tecnología, y antes era más difícil tener una cámara de filme, y trabajar con un rollo, el cual al grabar dieciséis minutos se terminaba.
Yo les recomiendo que, si tienen una idea, escríbanla. Agarren el teléfono y hagan un par de escenas para un corto. Compartan con amigos que tienen el mismo interés porque todo comienza así, con proyectos pequeños.
Generalmente el que escribe empieza a grabar algo, y por ahí va definiéndose cuál es su camino en realidad. Si le gusta más escribir, fotografiar o editar, hay varias áreas en la industria, por eso recomiendo que, si se va a hacer algo, que se persevere y que se perfeccione en esa área.
¿Cómo ve ahora este nuevo El Salvador?
Yo creo que El Salvador ha dado grandes pasos y lo sigue haciendo con la escuela de cine, como ESCINE que es un buen ejemplo de lo que se está trabajando para capacitar e impulsar a nuevas generaciones. Antes no había llegado a un punto más visible y no existía el entusiasmo, ahora sí existe.
El Salvador se está abriendo sus puertas a la industria del cine, y eso está ayudando bastante a que sea posible ejecutar grandes proyectos.