La directora del Consejo Nacional Integral de la Persona Adulta (Conaipam), Antonia Hernández, instó a los hijos a que no abandonen a sus padres, pues el año pasado recibieron 500 casos de personas de la tercera edad que fueron abandonadas en hospitales, parques o en la puerta de un centro de atención para adultos mayores.
«Esta situación de abandono es en las calles, en los hospitales, es lamentable que las familias lleguen a dejarlos y cuando se les intenta contactar, el número [de teléfono] es incorrecto, por lo que los directores de los hospitales nos llaman para que iniciemos la respectiva investigación», explicó.
Hernández dijo que, al no localizar a los familiares, el Conaipam llama a los centros de atención sin fines de lucro para que reciban a los adultos mayores. Mencionó que el Centro de Atención Hermano Pedro de Betancourt no cobra por tener a los adultos, pero no puede ser para todos, ya que las familias deben responsabilizarse.
La funcionaria dijo que El Salvador cuenta con una política nacional de corresponsabilidad de los cuidados, y esto suma a la ley especial de protección que dice que la familia es la primera responsable de cuidar a las personas de la tercera edad.
«En Metapán tuvimos un caso de una señora que su nieto llegó a dejarla en una camioneta y a la par puso en una bolsita el Documento Único de Identidad [DUI] de la señora, e inmediatamente nos llamó el responsable del centro y nos activamos como Conaipam hasta que logramos dar con la familia; a través de la Procuraduría General de la República (PGR) de Metapán logramos que le den una cuota alimenticia y que la familia se haga responsable y entregarlo a la hija para que cuiden a la señora», contó la directora.
Asimismo, dijo que los centros de atención sin fines de lucro son para personas que no tienen familiares, por lo que no siempre disponen de espacios. Hernández hizo un llamado a los salvadoreños para que con – traten a una enfermera y no desplacen a los adultos mayores.
«Lo ideal es que se queden en casa, pues ahí tienen sus cosas, y cuando no están ahí se deprimen, ya que no tienen sus muebles, sus camas, sus cosas, y si no es así, se deprimen y su salud se deteriora. Es por eso que siempre buscamos que estén con sus familias. Además, es decisión de ellos, porque la ley dice que son responsables de la toma de decisiones», mencionó.
Asimismo, comentó que este año se registran 25 casos, por lo que recordó a los salvadoreños que existen demandas por incumplimiento de la obligación alimentaria y el deber de los hijos de cuidar a sus padres.
«Quisiera que se reafirme que tenemos una gran cantidad de casos en los que les están quitando el patrimonio. Lastimosamente, los hijos cuando ya ven que un adulto mayor no se puede valer por sí mismo, lo traen con engaño a las zonas rurales en San Salvador para que vengan y les hagan el traspaso de las propiedades, y ya con las escrituras, los sacan de sus casas, los marginan y no les permiten que pasen en la sala. Les pedimos a los adultos mayores que si van a hacer el traspaso de una propiedad a nombre de sus hijos, que se reserve el derecho de usufructo, es decir, [hijo] no podrán sacarlos y tampoco vender mientras ellos [adultos mayores] estén ahí», solicitó Hernández.
La edad de los adultos mayores demandantes de una cuota alimenticia está entre los 61 y los 88 años. Este es un tema tabú, porque muchos padres prefieren pasar hambre antes que humillarse frente a sus hijos demandando comida, salud, vestuario, techo y amor. Prefieren esperar a que ellos decidan ayudarles.
Las personas de la tercera edad pueden demandar a sus hijos en la PGR, donde todos los servicios son gratuitos, lo único que requieren es la partida de nacimiento y la dirección exacta del trabajo del demandado. Con ello corre un plazo mínimo de 33 días y máximo de 66 días para definir un monto.