Mauricio Arriaza Chicas, mi amigo, El Salvador entero llora tu partida como se llora a los valientes. El pueblo te tendrá siempre en su corazón por tu tenacidad por defenderlo de los delincuentes, por mantener la seguridad de cada familia, por tu aspiración de un país cada día mejor.Siempre arriesgaste tu vida por salvar la de todos los salvadoreños. Nunca escatimaste esfuerzo, porque fuiste un hombre comprometido con tu trabajo, íntegro y leal a tus principios, como pocos en esta vida.
Tu liderazgo en la Policía Nacional Civil es incuestionable. No solo fuiste el mejor director, también has sido el director de la institución que ha estado al frente del exitoso Plan Control Territorial y del régimen de excepción.
Ante el enorme desafío de enfrentar a los grupos criminales, tuviste la fe de que se podía obtener la victoria y devolverle la patria a los salvadoreños honrados, honestos y trabajadores. Luchaste incansablemente por eso y te llevas esa corona de bendición.
El Salvador que dejas es totalmente diferente de como lo teníamos antes de junio de 2019, cuando el terror y la zozobra eran el pan de cada día en cada rincón del territorio nacional.
Hablar de 700 días sin homicidios parece fácil, pero solo nosotros sabemos lo que ha significado. De tener más de 6,000 asesinados por año, lo que nos convirtió en el país más violento del mundo, ahora somos la nación más segura del continente, gracias a la dirección y valentía de nuestro presidente, Nayib Bukele, a tu liderazgo al frente de la PNC y tu labor de coordinación con el Ministerio de Seguridad, la Fuerza Armada y la Fiscalía General de la República.
Tú, amigo, eres un héroe como todos los que partieron contigo en esa tragedia y aquellos que siguen y seguirán dando todo, hasta sus vidas, por resguardar la de las familias salvadoreñas, por mantener la paz y la verdadera libertad. Términos que no les importan a los protectores de criminales, los que luchan por su liberación para que volvamos al estado de terror, a tener una sociedad sangrienta y secuestrada por las maras y pandillas.
Mauricio, te nos adelantas portando la bandera de la victoria, con todo el honor. Y tu legado está plasmado ya en la nueva historia de nuestro país, la que juntos comenzamos a construir desde junio de 2019.
No existen palabras suficientes para describir el profundo dolor que sentimos por tu irreparable partida. El Salvador ha perdido a un gran director y a un equipo comprometido por la seguridad y la tranquilidad.
A las familias les envío mis condolencias y ruego a Dios que les dé fortaleza en estos momentos tan difíciles.
Hasta pronto, Mauricio, mi amigo. Te quedas en nuestros corazones.