En un ambiente colmado de deportividad, donde desfilaron deportistas, entrenadores, aficionados y periodistas, se desató una sonora ovación cuando Fernando Palomo llamó al estrado principal a Mariano Rivera, exbeisbolista panameño de altos kilates, que esta noche protagonizó un conversatorio organizado por la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA).
Durante el conversatorio, el expelotero estrella de los Yankees de Nueva York hizo un repaso sobre su prolífica carrera deportiva, habló de los tantos obstáculos que tuvo que superar en su pueblo (Puerto Caimito, Panamá), para dar sus primeros pasos en el béisbol.
«Todos esos obstáculos fueron una especial motivación para seguir adelante, nunca pensé en volver atrás, los sueños están para cumplirse y debemos luchar fuerte por alcanzarlos», dijo el panameño.
Este estelar pelotero resaltó que nunca pensó negativamente, por más obstáculos que debía enfrentar, pues su objetivo siempre fue dar lo mejor de él.
Entre anécdotas, risas, seriedad y una marcada camaradería, Mariano comentó que esta es la segunda vez que pisa suelo salvadoreño, y resaltó la forma campechana de ser de su gente. «Son muy campechanos como los panameños y esto me encanta», expresó con un semblante muy relajado.
En cada historia contada, en cada detalle de su carrera, este brillante pelotero miembro del Salón de la Fama del béisbol, siempre destacó la importancia que jugó Dios en el logro de sus objetivos, que su misericordia siempre le abrazó, lo cual pudo complementar con su gran talento para jugar este deporte.
«Tuve buenas personas que supieron guiarme, me ayudaron a alejarme de las drogas y el alcohol, esto sin duda fue muy determinante en el éxito alcanzado», dijo Mariano Rivera.
El final llegó dejando la sensación de que el público quería más y el mismo Mariano quería seguir interactuando con Fernando Palomo, quien moderó el conversatorio.
Este viernes, Mariano estará en las instalaciones de FESA, en Santa Tecla, donde compartirá su experiencia con los becarios de esta institución.