Por Ricardo Pajares / DeRelatos
La primera vez que escuché sobre viajeros en el tiempo fue con la saga de «Regreso al futuro». Se ha preguntado ¿qué tanto de verdad había en esas películas?
¿Qué es el tiempo? Partamos de lo básico. Pensamos en el tiempo en tres dimensiones (pasado, presente y futuro), pero en realidad siempre miramos al pasado. Esto es un concepto abstracto. Para entenderlo hay que abrir la mente y mirar muy, muy lejos, en el espacio. Podemos ver tan hacia el pasado como de lejos esté la fuente que emite luz. Por ejemplo, si mañana el sol explotara todo se seguiría viendo igual durante unos ocho minutos y medio. Cuando pudiéramos darnos cuenta, ya estaríamos muertos.
¿Cómo se explica esto? La luz es lo que viaja más rápido en el espacio, pero el universo es tan inmenso y hay cosas que están tan lejos, que incluso a la luz le toma mucho tiempo en llegar a la Tierra. Tanto, que algunas estrellas que se ven en la noche ya no existen. También hay partes del universo que nunca veremos porque la expansión del universo es más rápida que la luz. Desde cierta distancia, si una luz no nos pudo alcanzar ya nunca lo hará. Está fuera de nuestro universo «observable» (que con el tiempo se quedará «vacío»).
La relación es muy curiosa. Podemos ver el pasado, pero no podemos viajar a él, y no podemos ver al futuro, pero sí podemos viajar a él. ¿Cómo? Entre más rápido viaje por el espacio, más rápido viajará por el tiempo. Si usted pudiera viajar cerca de la velocidad de la luz sin desintegrarse, envejecería menos que un hipotético gemelo. Parecería que usted ha viajado al futuro. No ha habido un «viaje» como tal, sino que el tiempo ha pasado más lento en usted. Maravilloso, ¿no le parece? De hecho, a la velocidad de la luz, el tiempo se detiene. Si usted fuera una partícula de luz, el concepto del tiempo dejaría de tener sentido para usted.
Tal como correr una misma distancia más rápido requiere mayor esfuerzo, viajar en el espacio más rápido requiere más energía. Y esto aumenta exponencialmente. Viajar a la velocidad de la luz, para un cuerpo con masa, requeriría energía infinita, lo cual es imposible, con una excepción: las partículas. Le sorprenderá saber que las máquinas del tiempo sí existen. No son autos Deloreans ni «condensadores de flujos». Se llaman aceleradores de partículas. Solo las partículas pueden viajar hacia el pasado. En nuestra realidad el tiempo solamente va hacia adelante, pero a muy pequeña escala el tiempo puede ir tanto hacia atrás como hacia adelante. Esta idea, difícil de digerir al inicio, es tan solo el inicio de otras propiedades desconcertantes del mundo cuántico. A esa escala, algo puede estar, y no es broma, en dos lugares distintos a la vez. Puede aparecer de la nada y desaparecer sin dejar rastro y puede reaparecer en un punto más «adelante» de donde estaba y dónde no lo esperábamos.
Pero volvamos a nuestra realidad. Creo que se ha dado cuenta, amigo lector, que el espacio y el tiempo están relacionados. Si algo cambia en uno, afecta al otro. ¡Ajá! Eso mismo que está sintiendo usted, pasó por la cabeza de Einstein al demostrar que el espacio y el tiempo no son «cosas» distintas, sino parte de un mismo concepto: el espacio-tiempo. De hecho, al inicio del universo (y en su teórico final), el espacio se convierte en tiempo. Recuerde, amigo lector, en el universo, el tiempo se mide en escala logarítmica.
Debilidad humana
Por Santiago Absalón Domínguez y García / DePoesía
Muere septiembre, continúa octubre,
los aires navideños se presentan,
con ese mes que todo lo descubre,
gran caja de sorpresas se revienta.
Cuantas ofertas al hogar le brindan,
las formas de pagar son abundantes,
las atenciones con el bien colindan.
el crédito se torna interesante.
Hay quien adquiere lo que necesita,
muchos se inclinan por lo innecesario,
el comercio agradece la visita.
Se honra de su labor (muy trabajada),
mientras, la alienación, sin comentario,
con la publicidad, gran carcajada.
Un nuevo amanecer
Por Silvia Guadalupe Argueta / DePoesía
(Dedicado al presidente Nayib Bukele)
Ha llegado un nuevo amanecer, bajo un cielo
nublado miles de golondrinas surcando los
cielos de un sufrido pueblo, los rayos del sol
comienzan a emerger, la fe ha sido puesta en
un hombre poseedor de mente sabia y sensible,
sentimientos al sufrimiento de su pueblo amado.
Un nuevo tiempo ha llegado, una nueva vida ha
comenzado, un nuevo sol reaparece en el norte,
en el sur, en el este y el oeste resplandecen los
rayos de luz que iluminarán a los enfermos,
los niños serán saciados con sabiduría, con
educación, que dejarán una huella en su feliz
destino, los lisiados y mendigos valorados,
las mesas de los pobres tendrán sobre ella
un plato de comida, la carencia en sus vidas.
Será una vieja historia, este hombre les dará
la semilla para crear su comida, el agua pura
saciará su sed, habrá justicia para el pobre
como para el rico. Los sueños casi perdidos
volverán a este pueblo, jamás volverá a llorar,
la naturaleza resucitará, amando y cuidando la
tierra que un día los vio nacer. No más hambre,
no más injusticias, el pueblo junto al hombre
han triunfado y el mayor triunfador fue su pueblo.