Desde pequeño comenzó a pintar y con el poco dinero que le daban sus padres fue comprando los materiales para hacer sus primeros cuadros; luego llegaron las ventas y las exposiciones de sus obras en los principales espacios de arte de Santa Ana, todo de manera empírica, sin tener formación en las artes.
Así ha pintado su propia historia Carlos López, de 49 años, conocido como el Grillo de la turba roja, barra del Club Deportivo FAS, de la cual fue coordinador. «Yo no tuve la oportunidad de estudiar arte. Todo lo que yo he podido realizar ha sido de forma autodidacta, empírica, practicando, y así es como logré hacer mis primeros trazos, pero es una pasión. Lo poco que mis padres me daban para ir a estudiar lo guardaba para comprar materiales y pintar», recuerda.
Señala que con un compañero de estudio, que también le gustaba dibujar, se ponían retos para ver quién era el que mejor hacía las copias de dibujos de «anime» y otras caricaturas de su tiempo cuando tenía 14 años.
La falta de recursos no fue un factor para desanimarse, ya que sirvió de impulso adicional para explotar sus capacidades, que lo llevaron a vender su primer cuadro por 25 colones, dinero que volvió a reinvertir en compra de mejores materiales. En 2006, se integró a un colectivo de artistas que se tomó por sede la casa de la cultura de Santa Ana, en donde participó con su primera exposición colectiva que fue dedicada a Juan Dueñas, un reconocido artista gráfico santaneco que falleció por aquellos días.
Entre las proyecciones está llevar su obra a salas de exposición de San Salvador y el extranjero.