Con el objetivo de garantizar la salud integral de los recién nacidos y asegurar una calidad de vida acorde a su desarrollo, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) implementa diferentes tamizajes con los que se pueden identificar diversos padecimientos en los neonatos.
«En el Hospital 1° de Mayo estamos realizando tamizajes auditivos, cardíacos, metabólicos y también de cadera. El objetivo primordial es brindar una atención integral a los hijos de nuestros derechohabientes, y con esto determinar si existe alguna anormalidad en alguno de sus sistemas o alguno de los lugares que nosotros investigamos con estos exámenes», indicó el jefe de Neonatología de este centro asistencial, Víctor Espinoza.
De acuerdo con cifras oficiales del ISSS, en lo que va del año, este hospital ha aplicado 2,078 tamizajes, a igual número de recién nacidos, para detectar algún grado de sordera o afectación que pudiese ser contraproducente para su crecimiento y desarrollo a futuro.
El doctor Espinoza detalló que en el caso de esta prueba no existe ningún tipo de predisposición para realizarla, sino que se somete a todos los neonatos inmediatamente nacen, o posteriormente, según sea la condición en la que se encuentre el bebé.
«Lo hacemos con el niño que se va de alta o el que ya tiene la cita y viene al hospital a tomársela. En el caso de algún niño que está ingresado por alguna circunstancia u otro factor de riesgo por el que está delicado, esperamos para cuando esté estable, antes del alta, para poder realizársela», sostuvo Espinoza.
En el caso que un paciente, luego de ser evaluado a través de este tamizaje sea diagnosticado con algún tipo de problema auditivo, es referido al Centro de Audición y Lenguaje (CAL) del Instituto Salvadoreños de Rehabilitación Integral (ISRI), para continuar con el proceso que le permitirá superar o sobrellevar su padecimiento.
«Nosotros dentro de las evaluaciones auditivas estamos en un segundo lugar, quiere decir que avanzamos en uno de los peldaños que tienen que llevar para diagnóstico de algo, y al referirlo al CAL, que es un nuestro único lugar de referencia, ya lleva avanzado un paso, ellos saben que tienen que hacer el siguiente y continuar los estudios», detalló y agregó que, dependiendo del grado de afectación, así será el tratamiento por seguir.
Adriana Rodríguez acudió recientemente a la realización del segundo tamizaje auditivo para su hijo José Rodríguez, de siete meses. Manifestó que este tipo de pruebas son de gran ayuda para los padres.
«El primero se lo hicieron a los dos meses de haber nacido, y lo traigo al segundo. Es importante ya que antes no se hacía y ahora que lo están implementado, es de aprovechar para prevenir antes que sea demasiado tarde», sostuvo Adriana.
Por otra parte, en cuanto a los tamizajes cardíacos este es uno de los más determinantes al momento de evaluar al recién nacido, ya que de esta manera, se podrá estudiar la posibilidad de que el niño padezca una cardiopatía o enfermedad del corazón.
«Con este tratamos de determinar si existe el riesgo de padecer una cardiopatía congénita grave que en algún momento pueda condicionar una alteración o afectar hasta la vida del paciente. Este tamizaje lo estamos realizando desde diciembre, que lo único que requiere es el aparato, y tiempo», explicó el doctor Espinoza.
Desde diciembre a la fecha, han sido detectados tres casos de alteraciones en la funcionabilidad cardíaca de recién nacidos, una cifra que por baja que parezca, según el jefe del servicio es significativa.
«El examen se debe realizar entre las 12 y 24 horas de nacidos; pero hay niños que han presentado síntomas a las tres o cuatro horas de vida cuando son problemas del corazón bien graves y no hay algún tipo de tratamiento quirúrgico. Ha habido muchas más cardiopatías, pero han dado síntomas; pero los que hemos detectado en estos seis meses son tres y afortunadamente había tratamiento, se les hace el ecocardiograma y se refiere a la consulta con el cardiólogo», explicó.
Un tercer tamizaje que se aplica a recién nacidos es el metabólico, con el que el personal de salud intenta identificar fibrosis quística, fenilcetonuria, hipotiroidismo e hiperplasia suprarrenal de cada uno de los bebés, de forma que se pueda prevenir cualquier daño en la salud del niño. Mensualmente se realizan entre 400 y 500 pruebas de este tipo.
«Buscamos diagnosticar enfermedades que necesiten un tratamiento específico porque son enfermedades que pueden condicionar el desarrollo neurológico, y esto condicionar a un mal desarrollo; por ejemplo, el hipotiroidismo se asocia mucho con el retraso mental, si lo iniciamos en los primeros tres meses, que no es un medicamento caro y lo tenemos en los hospitales, con esto podemos ahorrarles mucho a los padres», señaló Espinoza.
Finalmente, con el tamizaje de cadera se prevé identificar cualquier lesión en esta parte del cuerpo del bebé, de forma que se pueda prevenir una afectación mayor que le genere algún tipo de incapacidad a futuro. Este se realiza principalmente cuando hay tres factores de riesgo principales: que sea niña, que el bebé haya estado en posición sentada durante el embarazo, y que se trate de un parto primerizo.
«Lo que estamos buscando es si existe o no la presencia de una luxación congénita de la cadera, la cual es una condición que puede incapacitar de por vida a un paciente, puede impedir la movilización y que camine. Esta es una forma sencilla de hacer un diagnóstico», puntualizó el doctor Espinoza.