Las personas con enfermedad renal crónica son parte de los grupos vulnerables ante la COVID-19 y, a su vez, necesitan la aplicación de terapias dialíticas y de hemodiálisis constantemente debido a su condición de salud.
Ante esto, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) ha garantizado durante todo lo que va de la pandemia no solo el tratamiento respectivo a cada paciente renal, sino que ha cumplido los protocolos de bioseguridad que permiten que los tratamientos renales continúen sin interrupciones para los pacientes.
«Por parte del servicio de Nefrología hemos atendido desde el inicio de la pandemia a los pacientes con enfermedad renal crónica que se han sometido a diálisis, hemodiálisis, y diálisis peritoneal. La atención ha sido brindada de manera continua, no se ha interrumpido. Ante los incrementos que hemos visto a lo largo de la pandemia, se fueron habilitando diferentes turnos en las unidades de diálisis. Los hicimos para brindarles atención cuando tenían COVID-19», indicó la doctora Jessenia Nóchez.
Detalló que el ISSS habilitó unidades de hemodiálisis en la Ciudadela Monserrat y en el hospital Amatepec, donde se aplicaban tratamientos para hemodiálisis y diálisis peritoneal;también en el Hospital Regional de San Miguel.
guel. Como parte de los cuidados tanto para el paciente renal como para el personal, este último se entrenó en el uso del Equipo de Protección Personal (EPP) nivel tres para tratar a pacientes infectados y no infectados.
El ISSS ha dado recomendaciones para la protección de los pacientes, ya sea si reciben su tratamiento en casa o en un establecimiento.
En casa se recomienda el distanciamiento físico, el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos, entre otras medidas de prevención; durante el traslado se sugiere que el paciente sea llevado por un familiar en su vehículo propio. Mientras que en el centro de atención el uso de mascarilla es obligatorio dentro y fuera de las salas de hemodiálisis, se restringe la circulación de acompañantes a sala de hemodiálisis y en las salas de espera; si el paciente presenta síntomas respiratorios, fiebre o diarrea, deberá comunicarse telefónicamente a su centro de hemodiálisis y seguir las instrucciones.
De igual manera, la vacunación contra la COVID-19 es una de las medidas para que los pacientes renales estén al día con su esquema.
«Es importante la vacunación para toda la población, y máxime en los pacientes con insuficiencia renal, pero no solo este tipo de vacunas, sino otros tipos de vacunas que se les incentiva a adquirirlas y acudir a los centros donde se han estado aplicado. A todos se les ha recomendado que se vacunen contra la COVID-19», dijo la doctora Nóchez.