Por primera vez en el país y en la región centroamericana, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) llevó a cabo la colocación de implante de válvula aórtica con tecnología autoexpandible «Valve in Valve», que es una técnica que consiste en introducir una válvula, que es una malla de níquel y titanio, por medio de la ingle a un paciente que se encuentra bajo anestesia local. Dicha válvula se coloca al nivel del plano valvular donde se encuentra la válvula dañada.
«Poco a poco, esta institución está logrando, no solo a nivel público, sino a escala de Centroamérica. Somos el primer país en desarrollar este novedoso proceso que nos coloca a la vanguardia, porque a través de una técnica mínimamente invasiva se ha cambiado una válvula. Ya no necesita que el paciente sea intervenido a corazón abierto», indicó Mónica Ayala, directora general del ISSS.
La paciente fue una mujer de 79 años, quien hace 10 años había recibido una válvula biológica por medio de corazón abierto. La técnica es utilizada en pacientes de alto riesgo quirúrgico, y que por razones de salud o de su edad, presenta desgaste en sus válvulas.
Por lo tanto, la institución se convierte en pionera de este tipo de procedimientos. Además de este procedimiento se realizaron dos intervenciones más de válvula aórtica por vía percutánea, sin necesidad de recurrir a una cirugía de corazón abierto. En estos casos, los pacientes fueron dos hombres de 63 y 68 años con antecedentes de estenosis aórtica crítica.
Las intervenciones han sido lideradas por el doctor Nelson Ulises Bonilla médico cardiologo intervencionista del Hospital Médico Quirúrgico del ISSS. La recuperación de los pacientes puede tomar 24 a 48 horas. El dispositivo puede oscilar entre los $22,000 a $28,000, y la cirugía de este tipo en el sector privado puede tener un costo de $40,000.