Tomate, chile, pepino, repollo, berenjena y siembra de frutales como papaya, son parte de los productos que cosechan los miles de salvadoreños en la actualidad, quienes instalaron en sus hogares diversos huertos familiares que les han permitido generar sus propios alimentos.
Las plantaciones comenzaron a desarrollarse hace alrededor de dos años bajo la iniciativa del Programa Huertos Familiares, impulsado por el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA).
Tomás Gómez Artola, gerente de la Gerencia de Transformación e Innovación Agropecuaria del ISTA, explicó que los huertos familiares están destinados en apoyo a las comunidades beneficiadas por la institución. «Es un pequeño huerto para consumo familiar, y si existe excedente pueden comercializar el producto en la comunidad», sumó.
Gómez Artola dijo que se trata de la producción de hortalizas, frutas, peces, aves y ganado bovino, con el propósito de mejorar la inseguridad alimentaria de la familia rural.
Como parte del proyecto se les enseña a las familias a hacer una mejor utilización de las semillas e insumos, elaboración de plantines, siembra de hortalizas como tomate, chile, pepino, repollo y berenjena.
Asimismo, con los huertos, las familias salvadoreñas aprenden a aprovechar el recurso hídrico, es decir el servicio de agua que tienen en los hogares para regar los plantines.
Según datos del ISTA, son alrededor de 7,000 familias que se han beneficiado de forma directa y 12,000 de manera indirecta durante los dos últimos años con estos huertos familiares.
Huertos comunitarios
Para brindar una mejor seguridad alimentaria a las familias del área rural, el ISTA también implementó la modalidad de huertos comunitarios, que se establecen en cooperativas de diferentes sectores del país para que estos desarrollen planes de negocio. «Se elaboran plantines en beneficio de las comunidades que participan en los programas de la Institución», dijo Gómez Artola.
El ingeniero indicó que en dicho proyecto también se establece la crianza de pollo para cubrir las necesidades de las familias beneficiarias, así como para la producción y venta de huevos para consumo humano.
Además, se enseña a mejorar el pasto para optimizar la alimentación nutricional del ganado bovino, pastos con mayor contenido de proteínas para el enriquecimiento de la producción de leche y carne.
Otros proyectos
El gerente de Transformación e Innovación Agropecuaria añadió que apoyan a los pequeños productores con desparasitantes y vitaminas para ganado bovino.
En la actualidad, el ISTA ha beneficiado a 23 cooperativas a escala nacional, cumpliendo el propósito de generar ingresos para las familias, así como establecer planes de negocios.
También la institución a lo largo y ancho del territorio nacional ha beneficiado a 300 mujeres rurales e indígenas con capacitaciones de agroindustria, talleres y asistencia técnica con huertos familiares.
«Se trabaja a nivel de cooperativas, se mejora los ingresos económicos de las familias del sector rural. Además, permite cambiar una agricultura convencional por una agricultura amigable con el medio ambiente», finalizó Gómez Artola.