Con el inicio de la época seca, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) pone en marcha el Protocolo de Monitoreo y Atención de Incendios en Áreas Naturales Protegidas (ANP) y Zonas de Amortiguamiento, el cual contempla tres etapas de actuación: preaviso, aviso y emergencia.
En la etapa de preaviso se efectúa un proceso de vigilancia permanente de puntos de calor que se detectan a través del sensor del satélite de la NASA-NOAA que orbita sobre El Salvador. El técnico responsable de su monitoreo emite una alerta temprana de aviso a los técnicos de las ANP y unidad de guardarrecursos sobre la existencia de puntos de calor que representan una amenaza.
En el campo se encuentran 237 guardarrecursos destacados en las ANP, quienes establecen puntos de observación permanente. Además, se fortalece la coordinación interinstitucional con los actores locales en los territorios, como las comisiones municipales de Protección Civil, cooperativas, Adesco, comités de reserva de biosfera, comités asesores locales (COAL), brigadas comunales y mesas de manejo del fuego.
Este trabajo de prevención se ha redoblado en los últimos años, especialmente porque también se reporta un incremento de incendios. Según estadísticas del MARN, solo entre enero y mayo de 2022 se contabilizó un total de 85 incendios forestales en las ANP y zonas de amortiguamiento, es decir, 27 incendios más en comparación con 2021, cuando se registró un total de 58.
De acuerdo con los especialistas, este incremento está relacionado con las alteraciones en el clima a escala mundial y con el uso de prácticas de producción insostenibles que utilizan la quema de residuos agrícolas y arbustos previo a la siembra de nuevos cultivos.

«En lo que corresponde al sistema de áreas naturales protegidas de El Salvador, se puede decir que, a través de las acciones de prevención, se han protegido de los impactos de los incendios forestales aproximadamente 46,076 manzanas de diferentes ecosistemas terrestres, equivalentes a 32,202 hectáreas», informó el MARN.
Los principales bosques nacionales afectados por los incendios son San Diego y San Felipe Las Barras, en Metapán, Santa Ana; el Parque de Aventuras Surf City Wálter Thilo Deininger, San Juan Buena Vista, San Lorenzo y el Complejo Taquillo, todos en La Libertad.
En estas zonas se ejecutan patrullajes de vigilancia constantes en puntos críticos, se construyen las brechas cortafuego y se hacen jornadas de sensibilización ambiental dirigidas a la población local y a grupos meta específicos.