Hemos conocido el gran esfuerzo que ha venido desarrollando el equipo técnico del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República de El Salvador en el marco de las especiales circunstancias y los desafíos que atraviesan los sistemas educativos de la región, lo cual amerita unas particulares reflexiones.
No hay duda de que las circunstancias extraordinarias demandan liderazgos y acciones extraordinarias en todos los contextos en que las crisis nos desafían.
En relación con las iniciativas desarrolladas por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología en la República de El Salvador, es digno de resaltar la ponderación que existe en la comunidad educativa de este país y de la sociedad en su conjunto, ya que, según datos a los que hemos tenido acceso, el 60 % de los maestros y el 67.3 % de los padres de familia consideran que en el marco de la COVID-19, a pesar de todas las adversidades, se logró una continuidad educativa que ha permitido alcanzar la compleja meta para la actual coyuntura de lograr aprendizajes significativos, lo que evidentemente es más que una ponderación: es también el reconocimiento y la valoración de estos dos importantes actores sociales al trabajo hecho por el equipo de trabajo del Ministerio de Educación de este país.
Esto no solo es un trabajo con efectos inmediatos de tiempos académicos para este difícil año pandémico, sino que también constituye un valor agregado en función de la experiencia adquirida que representará la posibilidad de una preparación con elementos muy objetivos para 2021, que tendrá complejidades parecidas al año que lo antecedió, por lo que es muy relevante la tarea establecida por este ministerio para evaluar a todos los estudiantes a efecto de establecer el componente del refuerzo o retroalimentación que garantice que los estudiantes sigan aprendiendo, y que ese proceso sea medido con criterio objetivo y pertinente a las necesidades individuales; criterio que parece ser valorado por docentes y padres de familia de este país, quienes, según algunas evidencias conocidas, hacen una valoración positiva y acertada de esta iniciativa en una proporción de 64.7 % y 62.1 %, respectivamente.
Estas iniciativas representan una buena práctica para el contexto de la pandemia por la COVID-19 que enfrentan los sistemas educativos de la región SICA y que seguramente se convertirá en un referente para otros ministerios de la región y más allá de esta, y se convierten, además, en un buen punto de partida para el plan de contingencia que se ha elaborado desde la Secretaría Ejecutiva de la CECC/SICA por instrucciones del Consejo Extraordinario de Ministros de Educación, llevado a cabo el 16 de abril y cuyo informe se presentó a los señores ministros el pasado 30 de septiembre en un nuevo Consejo Extraordinario virtual.