Uno de los aspectos más importantes de la fase II del Plan Control Territorial (PCT) se relaciona con el enfoque social y el desarrollo de las comunidades, en las que se proyecta beneficiar a 750,000 jóvenes y sus familias.
Para entender la funcionalidad, los resultados y las proyecciones de la fase II de la estrategia de seguridad, el director de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, conversó con «Diario El Salvador», y brindó su valoración respecto al trabajo, los proyectos actuales y las obras que serán desarrolladas.
De acuerdo con el funcionario, los proyectos se encuentran en dos etapas: ejecución y seguimiento. Actualmente, 75 municipios del país han sido priorizados para la ejecución de las obras, en las que se plantea reparar y equipar 100 casas de la cultura y la construcción de tres institutos técnicos digitales.
El financiamiento para desarrollar la fase II, denominada Oportunidades, fue recientemente aprobado por la Asamblea Legislativa que avaló $91 millones para la construcción y el equipamiento de 64 centros urbanos de bienestar y oportunidades (CUBO); mientras que con fondos reorientados se construirán otros 15 CUBO.
A esto se suma la construcción de 12 pistas de patinaje o de «skateboard»; la primera de las estructuras está en la etapa final de construcción en Mejicanos; una más se encuentra en la fase de licitación y se edificará en San Vicente.
«Esta es la parte que llamo ejecución, porque ya son los fondos que se están moviendo a favor de la prevención de la violencia y la generación de oportunidades con jóvenes», dijo Marroquín, quien anticipa que la meta es impactar la vida de casi 1 millón de personas.
El trabajo en esta fase se ejecutará con el apoyo de 17 instituciones, como la ANDA, que implementará proyectos de agua potable. Estas condiciones han generado, incluso, estabilidad jurídica para cientos de familias, por ejemplo, en el tema habitacional con el Ministerio de Vivienda mediante el Fondo Social.