En los últimos cuatro años, la gestión cultural desde el Gobierno ha tenido un golpe de timón que, entre muchas otras cosas, mantiene un enfoque decidido por mejorar la calidad de los servicios y accesos a los espacios culturales, a todo el quehacer cultural y con énfasis en el fomento de la lectura en todas las edades, desde la Primera Infancia. El viceministro de Cultura, Eric Doradea, compartió un repaso sobre el trabajo en este ramo y parte de lo que está por ejecutarse como el Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad (LEO), por vez primera en el país, así como contar con un Sistema Nacional de Bibliotecas. En esta conversación compartió solo una parte, porque el trabajo es arduo y con un portafolio de acciones mucho más amplia.
¿Cuáles han sido los principales cambios y aportes de la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI) en estos cuatro años?
Hemos ordenado. Cuando entramos al Ministerio de Cultura encontramos bastante desorden en muchas áreas y una de estas áreas es la DPI. Hemos modernizado y la producción editorial se ha elevado con estándares de calidad. Hay un reconocimiento económico a los escritores que participan con nosotros, se les paga $1,000 por derechos de autor. Antes les pagaban con libros. Lo hacemos con la idea de dignificar el oficio. Sabemos que no es una cantidad grande, pero es un reconocimiento a tus derechos de autor y se da un lote del libro físico.
¿Qué de nuevo se ha publicado?
Estamos creando diferentes colecciones dentro de la Editorial El Salvador, que fue una petición del presidente la creación de un sello editorial que también tuviera el carácter a nivel país, que aglutinara el sentir que queremos expresar en temas editoriales. Hemos trabajado en coordinación con el Despacho de la Primera Dama y con el Ministerio de Educación en la colección «Árbol de Vida», que es la primera colección que nace y se publica bajo sello Editorial El Salvador. Es una colección que está orientada para la Primera Infancia. Nosotros, procuramos construir una lógica y poner ese elemento poético dentro del diseño de la colección desde el nombre, porque el árbol que nosotros identificamos en nuestra flora es el Madrecacao. Este aglutina varios elementos vinculados con un ecosistema: hablamos primero de «Semilla», que es una serie de libros orientados a mujeres en estado de gestación. Son audiolibros con más de 50 audiocuentos, y que se pueden descargar desde una plataforma del Ministerio de Educación. Todos los libros son de autores salvadoreños, que han sido locutados por Radio El Salvador. Los audiolibros y los 50 audiocuentos están compilados en la primera serie de la colección «Árbol de vida» que lleva por nombre «Semilla».
¿En qué momento nace el sello Editorial El Salvador?
El presidente nos manda a crear un sello editorial para darle un rostro diferente al tema de publicación y de productos editoriales elaborados por la institucionalidad, en este caso por el Ministerio de Cultura. El sello se lanzó el año pasado, cuando se comenzaron a publicar ya los nuevos libros. Con esto queremos convertirnos en una referencia nacional y a nivel de la región. Los libros que se han publicado son de muy, pero muy buena calidad. Hemos mejorado en edición, en diseño, en la parte gráfica, el contenido. En su momento, haremos el lanzamiento porque también nos interesa que los autores sepan cómo publicar en Editorial El Salvador. La DPI (Dirección de Publicaciones e Impresos) continuará existiendo, pero todo lo nuevo lo estamos publicando con Editorial El Salvador, incluyendo los Juegos Florales.
El certamen Juegos Florales es uno de los incentivos que recibe la producción literaria, ¿qué novedades o cambios se han aplicado?
Cabe resaltar de que en esta administración los juegos no se han detenido, ahora se participa de forma digital, estás a un clic de participar. Nosotros trabajamos de dos a tres convocatorias en las 14 cabeceras departamentales, esto siempre se mantiene. En términos del reconocimiento metálico que se otorga, ahora es mayor porque se aumentó el salario mínimo. Lo que estamos buscando a través de las convocatorias es que la mayor cantidad de escritores, tanto reconocidos como noveles, puedan participar. Es importantísimo tener en una participación mayor en cada una de las convocatorias. También garantizar el tema de la transparencia. Desde que iniciamos la parte digital, de recibir los trabajos a través de correo, lo que hemos buscado es que la parte de los jurados sea más transparente. Tenemos dos jurados internacionales y uno de El Salvador.
¿Cuál ha sido el trabajo con las casas de la cultura?
El Salvador es un país pequeño en términos comparativos a otros países, eso nos permite tener un mayor alcance territorial con algunas acciones del Ministerio de Cultura, llámense teatros, museos, bibliotecas públicas y quizás la mayor cantidad de espacios de extensión del Ministerio de Cultura son las casas de la cultura. Se ha hecho una inversión bastante fuerte para dinamizar estos espacios y dotarlos de equipos necesarios. Cuando llegamos a la administración no tenían ni computadoras y se les ha dotado a cada una de las casas de la cultura de un equipamiento que no es básico, sino bastante completo, una ludoteca, biblioteca, equipos informáticos, equipos de sonido, de todo lo necesario para desarrollar sus actividades. Las bases se han sentado para mejorar la calidad de servicios que se prestan en la red de casas de la cultura.
¿Cómo han participado en la articulación de los CUBO?
Es un trabajo interinstitucional y es un proyecto que emana del presidente, donde participan muchas instituciones de Gobierno en la conceptualización, en la selección del material bibliográfico, en la selección del equipamiento y, posteriormente, en recibir todo lo que se ha adquirido y en el montaje de esto, y eso lo hace el Ministerio de Cultura. Nosotros nos encargamos de todo este aparataje de acciones que, al final, se ven reflejadas con el funcionamiento de lo que se seleccionó de la literatura, del equipamiento, del montaje, de cuidar todos los detalles.
Otro gran proyecto es el Plan Nacional de Lectura, ¿en qué etapa va?
Como antecedente, El Salvador nunca ha tenido un plan de lectura. Se hacían planes anuales que se trabajaban de enero a mayo y terminaban en junio o julio. Luego, se ejecutaban de septiembre a octubre y en diciembre se cerraban. Estos planes estaban orientados por una persona y estaban bajo la responsabilidad de una unidad, ni siquiera de una dirección. Entonces, para nosotros fue clave sentar las bases y trabajar en un plan de país: Plan Nacional de Lectura, Escritura y Oralidad. Nosotros lo conocemos como LEO, ya está finalizado y está para lanzarse. Solo estamos recibiendo algunas valoraciones técnicas y conceptuales de Cerlalc (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe) que nos van a servir para articularlo de mejor manera. LEO nos va a llevar la construcción de una sociedad lectora.
¿Qué avances lleva la nueva Biblioteca Nacional?
Si nos vamos a la creación del Sistema Nacional de Bibliotecas, la nueva Biblioteca Nacional, con una inversión de $54 millones, va a estar a la cabeza del liderazgo, a nivel país, de una serie de biblioredes. Vamos a iniciar con cinco, aunque hemos identificado ocho, por ejemplo, la red de bibliotecas escolares, que la tiene inscrita el Ministerio de Educación. Con ello vamos a potenciar las bibliotecas existentes, para que funcionen y se articulen de manera efectiva. También, la red de bibliotecas universitarias que ya está funcionando; las 33 bibliotecas públicas adscritas a Cultura, 11 bibliotecas CUBO y otras. Por otro lado, la nueva Binaes estará en el Centro Histórico de San Salvador, donde están los hechos fundamentales de la ciudad, pero será un edificio moderno, altamente tecnológico, va a alojar el Archivo General de la Nación, la parte patrimonial, también un sistema de estantería abierta con atención 24/7, un auditorio con capacidad para 350 butacas. Su inauguración se ha previsto para finales de este año. Ahorita, están en la finalización de obra gris, que es sorprendente cuando ingresás y comenzás a ver la distribución de los espacios. El compromiso nuestro también es que la biblioteca, al estar abierta 24 horas, tenga un centro cultural, un centro de información y recursos.
¿Cómo resume la gestión cultural de estos cuatro años?
La cultura es un eje principal, con una relevancia para el desarrollo de cualquier sociedad. El presidente de la República y la primera dama saben de la importancia que tiene la cultura. Yo creo que, si hacemos una comparación en la parte de Cultura en las administraciones anteriores con la actual, en esta se están ordenando muchas cosas, ha habido mayor inversión. El trabajo interinstitucional ha sido clave también y que va a continuar siendo clave. El trabajo con el Ministerio de Educación es sumamente necesario e importante, el liderazgo del Despacho de la primera dama y apostarle también a una edad es clave para un cambio generacional, en este caso la Primera Infancia. Vamos a tener una sociedad con unas características diferentes de aquí a 20 años, porque estás trabajando en esta ventana que es clave. Seguir apostándole a la cultura implica que, en 10 o 20 años vas a tener una sociedad mucho más culta, con elementos impregnados de su identidad, con una visión de mundo más amplia.