El París Saint-Germain empezó con buen pie su defensa del título en la Ligue 1 francesa, goleando 4-1 en el terreno de Le Havre este viernes, en la primera jornada.
En su primer partido en el campeonato desde la marcha de Kylian Mbappé al Real Madrid, el PSG sufrió y estuvo cerca de tropezar, consiguiendo tres goles en la recta final, cuando el duelo se dirigía hacia un empate.
El surcoreano Lee Kang-in había adelantado al PSG apenas en el minuto 2 de partido con un golpeo con la zurda, lo que parecía presagiar una noche plácida para el equipo de la capital en Normandía, pero no fue así y los locales igualaron en el 48 gracias a Gautier Lloris.
Le Havre resistió la igualdad casi hasta el final, cuando Ousmané Dembelé (85), Bradley Barcola (86) y Randal Kolo Muani (90 de penal) consiguieron los tantos para un resultado amplio que puede resultar engañoso por cómo transcurrió el partido.
Le Havre se presentaba como el mejor rival posible para un comienzo tranquilo de temporada del PSG. Decimoquinto de la pasada liga francesa, es el club que presenta un peor balance en Ligue 1 desde el inicio de 2024 (13 puntos apenas) y no ha podido fichar de cara a la nueva temporada.
Sin embargo, plantó mucho más batalla de la esperada e incluso vio cómo el VAR le anuló dos tantos, uno en la primera parte y otro en la segunda.
El partido pudo traer también una mala noticia para el técnico del PSG, Luis Enrique, por la lesión en el minuto 20 del atacante portugués Gonçalo Ramos. Randal Kolo Muani entró en su lugar.
La segunda parte permitió al PSG ir de menos a más y antes de romper el 1-1 el equipo de la capital había dispuesto ya de buenas ocasiones.
Las entradas en el partido en la segunda mitad de Dembelé y Barcola marcaron la diferencia.
El portugués Joao Neves, nuevo fichaje del equipo y que había entrado en el descanso, fue el protagonista en la sombra, dando la asistencia para que Dembelé anotara de cabeza el 2-1 y luego sirviendo para que Barcola pusiera el tercero con un certero disparo.
Kolo Muani cerró el fiesta en el descuento, transformando un penal que habían cometido sobre él mismo.