El 16 de marzo de 2021, ocho personas, incluidas seis mujeres de origen asiático, murieron en tres tiroteos ocurridos dentro de salones de masajes en Atlanta, en el estado de Georgia.
Los ataques se enmarcaron en una serie de delitos de odio contra los asiáticos llevados a cabo durante la pandemia de COVID-19.
La directora ejecutiva del Foro Nacional de Mujeres Estadounidenses con Raíces Asiáticas o del Pacifico (Napawf), Sung Yeon Choi-Morrow, afirmó el lunes que dichos tiroteos y la oleada de crímenes de odio contra las mujeres asiático-estadounidenses tienen que ver con los siglos de violencia contra los asiáticos y contra las mujeres que han influenciado a los atacantes a la hora de cometer sus delitos.
Las mujeres asiático-estadounidenses «continúan siendo degradadas, fetichizadas y victimizadas como resultado de estereotipos centenarios», expresó Choi-Morrow, quien creció cerca de una base militar estadounidense en la República de Corea.
La especialista argumentó, basada en una encuesta reciente del Napawf, que alrededor del 74 por ciento de las mujeres estadounidenses de origen asiático o del Pacífico atestiguaron haber sufrido actos de racismo o discriminación durante los últimos 12 meses.
Más de la mitad de las encuestadas identificaron al perpetrador de los actos como un extraño, y el 47 por ciento informó haber experimentado racismo y discriminación en un espacio público.
Choi-Morrow pidió a los Gobiernos federal y estatales de EE. UU. que movilicen más recursos para prevenir los delitos de odio contra los asiáticos, y que no solo se aborden después de ocurridos los hechos.