El Real Madrid exhibió este sábado su excelente estado de gracia tras su apabullante victoria ante el Celta por 4-1 en Vigo, en la segunda jornada de La Liga, pese a la reciente salida del centrocampista brasileño Casemiro al Manchester United.
El club ‘blanco’ se adelantó mediante el francés Karim Benzema de penal (14), que terminó por ser contrarrestado por otro de Iago Aspas (23), también desde la pena máxima. Cuando parecía que el Real Madrid estaba sufriendo surgió el croata Luka Modric con un esplendoroso disparo con su derecha que volvió a poner a los madridistas por delante (42) poco antes del descanso.
En la reanudación, los pupilos del técnico italiano Carlo Ancelotti se agazaparon tras las incursiones de los vigueses y se aprovecharon de un error local para lanzar un ataque que permitió un tanto del brasileño Vinícius Júnior (56), al contragolpe, como al jugador le gusta, antes de que el uruguayo Federico Valverde rematara la noche con el cuarto gol tras una contra perfecta del francés Aurelien Tchouameni después de robar el esférico.
Ovación a Modric
Los espectadores del estadio de Balaídos se levantaron para aplaudir a Modric, que salió del campo en el minuto 77 de juego, tras ser sustituido por Dani Ceballos. «Es algo muy especial, de verdad cuando aficionados de otros equipos te reconocen, te aplauden, claro, es algo precioso, estoy muy contento, dar las gracias a la gente por esto», declaró el centrocampista croata tras el pitido final.
La entidad ‘merengue’ falló una clara oportunidad de lograr la manita, pero el atacante belga Eden Hazard sigue gafado. El guardameta argentino Agustín Marchesín evitó una mayor deshonra ante su público al parar un penal tirado por Hazard que casi materializa Benzema tras el rechace para conseguir un doblete.
Ante la imponente superioridad madridista, el equipo rival presionó incluso hasta en el área del arquero de Marchesín, gracias a la tranquilidad que daba la enorme ventaja en el marcador. Las ocasiones madridistas no cesaban de producirse.
Tchouaméni también se marcó un gran partido en el medio del campo, haciendo olvidar la marcha de Casemiro a Mánchester por un traspaso de 70 millones de euros (70,2 millones de dólares) y 11 millones de euros (11,04 millones de dólares)