José Carmen Moya, mejor conocido como Carmelo, de 70 años, residente de la colonia el Clavel 2 de Ahuachapán, lloró la muerte de su caballo tras verlo fallecer de un infarto. Además de considerarlo su compañero, era su medio de transporte para poder vender lácteos en el casco urbano del municipio.
Un día después, fue sorprendido con el regalo de otro corcel, luego de que un ciudadano altruista se lo donara. Don Carmelo entonces bautizó a su nuevo compañero como “Tornado Justiciero”. “Es el nuevo caballo del pueblo, será tan querido como Trencito (su antiguo caballo), porque repartirá quesos”, dijo don Carmelo.

Además, la empresa privada YA, que se dedica al servicio a domicilio, le hizo la entrega de una vaca lechera junto a su cría. “Nosotros le íbamos a dar el caballo, pero se nos adelantaron, entonces nos decidimos por una vaquita lechera para que él pueda obtener su propia leche, ya que él hace los quesos”, explicó Xavier Benavides, propietario de la empresa YA.
Don Carmelo tiene 35 años de comercializar productos lácteos, pero también elabora sus propios quesos, para lo cual compra la leche en una colonia aledaña que se llama “El Pinol”, mejor conocida como El Corral. Agregó que por el suceso de su caballo pasó un día sin vender y no tuvo ingresos económicos para comprar leche para la producción de quesos.
Sin su caballo tiene que caminar 5 kilómetros hacia el casco urbano, a pesar de que adolece de un problema de salud en sus piernas que le imposibilita caminar largos tramos. La empresa también le entregó dinero en efectivo para que pueda volver a iniciar labores.

“Agradezco a estos corazones, son enviados de Dios, toda ayuda es bien recibida, a mi nuevo caballo lo podré montar en 6 meses, porque está tierno. Nunca olvidaré a Trencito, porque me anduvo durante 9 años, nunca me dejo solo, por eso lo lloré”, exclamó don Carmelo.
