El Salvador puso su barco a todo vapor en altamar ante Islas Vírgenes Estadounidenses. Sacó todo lo que se había guardado en juegos anteriores para ganar con autoridad en aguas insulares. Hugo Pérez, entrenador de la Azul, seleccionó con precisión toda su flota, para ir por el triunfo de visita y lo consiguió.
En una de tantas expediciones por el Caribe, esas que tienen una pizca de presión, quiérase o no, la Azul tuvo que navegar en aguas vírgenes y supo fluctuar con pizarra de 0-7, para dejar en evidencia que solo hubo un equipo dentro de la cancha.
Ahora, el equipo nacional deberá venir a definir su boleto a la siguiente ronda, el próximo martes, en el Cuscatlán, contra Antigua y Barbuda. Los dos llegan al juego con siete puntos, pero El Salvador es líder por diferencia de goles. Pero ante su gente, el equipo nacional tiene la obligación de ganar, para irse con solidez a la siguiente ronda.
A la cancha
El Salvador se metió en mar de piernas implantado por el rival. Tenía todos los espacios cerrados, pero al 21′ halló puerto para atracar, con una media vuelta de Marvin Monterroza, quien la mandó a las redes ante la mirada impávida del cancerbero de Islas Vírgenes.
El Salvador puso todas su cartas en la mesa, para poder abrir un cerrojo del adversario. Tras el primer tanto, la misión era seguir explotando aguas vírgenes. El botín estaba a la vista.
El segundo de la Azul llegó al 30′. Bryan Tamacas vio en el espacio a Nelson Bonilla, quien la llevó hasta línea de fondo para dejarla en bandeja para Juan Carlos Portillo, quien llegó a soplar velas para el 2-0.
Con un segundo encajado, Islas Vírgenes ya no tenía más que perder y se fue a arriesgar, pero eso también implicaba abrirle espacios a El Salvador.
Al menos, fueron tres oportunidades a gol creadas por El Salvador, sobre el final del primer tiempo. Pero la mejor de esas fue al 43′. Joaquín Rivas tomó una alta cuota de inspiración, para hacer la individual. Mandó tiro a arco, el balón se estrelló en el travesaño y quedó para Bonilla, quien apegado a los cánones cabeceó contra la grama, paro el portero rival le dijo que no.
Luego, el segundo tiempo fue un calco del primero. De nuevo, la tónica fue un ataque contra defensa. Sin embargo, el equipo cuscatleco ya no tenía ese trámite arrollador del inicio.
En un son de toque y toque hasta la última línea, el equipo nacional hacia su gestión ofensiva. Para eso, el abanderado era Joshua Pérez, quien se reportó para la segunda parte.
El Salvador buscó más goles con todo su recurso. Así halló el tercero, por intermedio de David Rugamas, quien solo llegó a definir, tras recibir un servicio por la derecha.
Solo un minuto más tarde, Joshua Pérez llegó para firmar el cuarto del partido. Debut con gol en la selección mayor para el delantero del Ibiza español.
Faltaba el quinto, que no tardó. Al 82′, Rugamas empezó a bajar la cortina con la anotación del quinto tanto de la Azul. El sexto llegó en los botines de Monterroza al 86′ y al 90′, David Rugamas cerró cuenta por 0-7. Plantó así bandera de autoridad.