El mundo en los últimos años experimentó una serie de cambios tecnológicos y el aparecimiento de internet se convirtió en poco tiempo en uno de los principales pilares de la actividad económica mundial, al igual que la robótica, automatización.
Todo esto cambió para siempre la forma de hacer negocios. Una mirada al pasado reciente nos permite aseverar que hace alrededor de un cuarto de siglo la industria automatizada demandaba controladores de máquina, y estos controladores fueron sustituidos por robots, a los robots hasta hace poco los controlaba un trabajador.
Ahora el robot es supervisado por códigos de barra, sistemas informáticos, mecatrónica, etcétera. El uso de tecnologías basadas en sistemas informáticos en los procesos de producción de bienes y servicios, la venta y compra en línea, la organización de la distribución de productos en línea, al igual que todo lo relacionado con la banca en línea, «e-commerce», educación, aplicaciones móviles definen lo que se conoce como economía digital.
En resumen, la economía digital es todo tipo de actividad comercial, de servicios, que se hace mediante el uso de tecnologías de computación digital.
En el caso concreto de El Salvador, como en muchos países alrededor del mundo, la pandemia de la COVID-19 aceleró el proceso de comercialización en línea.
Así tenemos el caso de empresas pequeñas, medianas y grandes que incorporaron en sus plataformas de internet la compra y el pago en línea.
Por ejemplo, tenemos los casos de negocios de comida rápida y pupuserías que experimentaron un crecimiento significativo en sus ingresos.
Y aquellos que no tuvieron la visión de incorporar la tecnología de internet en sus actividades comerciales siguen igual.
De la misma forma, el Ministerio de Educación, las universidades y los diferentes centros de estudio se vieron en la necesidad de impartir clases en línea, una situación que se generó como resultado de las medidas implementadas para evitar el contagio de la COVID-19.
El lado positivo de esta situación es que la pandemia aceleró los diferentes procesos virtuales en el marco de la economía digital.
En el caso de Europa y Estados Unidos, la compra en línea se desarrollaba desde mucho antes de la pandemia, esto desde luego por la confianza que existe de la gente a la hora hacer de pagos en línea con la tarjeta crédito en esos países.
Para nadie es un secreto que el uso de la tecnología de internet, la automatización y la mecatrónica representan un riesgo para los trabajadores por el hecho de que se demanda menos mano de obra para ciertas actividades, pero este último factor se vuelve una oportunidad para incursionar en otras áreas.
Es hora de que los políticos alrededor del mundo tomen en cuenta la nueva naturaleza del trabajo y si quieren ganar la con fianza de la gente, es necesario que se creen planes de educación que tomen en cuenta el alza de la demanda en las siguientes carreras: programadores web, diseñadores web, expertos en ciberseguridad, desarrolladores de software, gestores de contenidos digitales («copyright»), instructores de economía digital, especialistas en marketing digital, analistas de big data, especialistas en Google Analytics, SEO (Search Engine Optimization/ Optimización en motores de búsqueda), expertos en manejo de redes sociales, ingenieros en mecatrónica, ingenieros en sistemas y afines, etcétera.
El Gobierno de El Salvador entregó miles de computadoras a los estudiantes del sistema público. Este tipo de medidas representan para nuestros jóvenes el camino para formar parte de un sistema global de comunicación que a la larga, en términos reales, significa la posibilidad de estudiar carreras modernas y mejorar sus condiciones de vida dentro del marco de la economía digital.
Y es precisamente hacia esto que debemos dirigir nuestra mirada, si queremos sentar las bases para un crecimiento económico sostenible en el tiempo.
Los países desarrollados compran el cobre por toneladas en Latinoamérica y, luego, nos lo venden en gramos que van incorporados en los circuitos integrados de cada computadora que producen, desde luego con mayores precios.
El valor agregado que producen es el resultado de las grandes inversiones en capital humano.
Estas naciones comprendieron desde hace tiempo que la inversión en educación es el mejor camino para alcanzar el desarrollo económico, en donde cada estudiante tiene una computadora en su casa y asiste a un centro educativo regido con planes de estudio que se adaptan a los grandes cambios que impone la tecnología moderna cada día.
Como decía el filósofo, periodista, ensayista, poeta y político salvadoreño Alberto Masferrer: «Tal como la vida se halla organizada en nuestros tiempos, un pueblo analfabeto será, sin remedio, el esclavo de un grupo de perversos de su propio suelo, o la presa fácil de cualquiera nación poderosa que desee absorberlo o dominarlo».