El aroma y el sabor del café salvadoreño sigue conquistando paladares en todo el mundo, sus apetecidas notas exóticas han permitido que el 80 % de la producción nacional sea vendida en el extranjero, a países como Estados Unidos, Italia, Alemania y Japón.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), El Salvador vendió entre enero y julio de este año 588,000 quintales de grano oro, que representaron divisas por más de $101 millones.
Esto significa un incremento del 8.3 % con respecto a las ventas grano que se obtuvieron durante el mismo periodo del 2020, aseguró el presidente del BCR, Douglas Rodríguez.
Este comportamiento de las ventas del aromático se ve sustentado en el reconocimiento que el país alcanza cada vez más por la calidad del grano que produce.
Sin embargo, también influye en el movimiento del grano en los mercados internacionales la caída de la producción de Brasil, debido a una situación climática desfavorable que afectará sus plantaciones por lo menos durante tres años.
El país sudamericano es el mayor productor a escala mundial, generando el 35 % del café a escala mundial y el 32 % de las exportaciones, y la caída de su producción también ha incentivado un crecimiento en los precios internacionales, esto permitió el café salvadoreño fuera exportado por un costo promedio de $172 por cada quintal, es decir un alza del 9 %.
Por otra parte, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) destacó recientemente un incremento en la producción obtenida en la cosecha 2020 – 2021 que fue de 753,520 quintales, lo que significó 13,420 quintales más de los que obtuvieron en el periodo 2019 – 2020, cuando los productores nacionales generaron 740,100 quintales.
El café es una apuesta trascendental del gobierno en el marco de la recuperación de economía y la agricultura nacional, y su recuperación es uno de los tres ejes del Plan Maestro de Rescate Agropecuario con el que se busca recuperar la campiña salvadoreña luego de más de tres décadas de abandono.