Hugo Pérez se lo dijo claro a Diario El Salvador antes del juego en cuanto a que la idea era dejar una buena impresión en el amistoso contra Ecuador, en Houston. Si de solo eso se tratara, se puede decir que la Azul y el estratega cumplieron bajo un libreto que les alcanzó para salir avante y faltarle al respeto al equipo que ahora ocupa la tercera casilla en la eliminatoria de la Conmebol. Todo terminó 1-1
Ese fue solo el primer examen para la Azul. Ahora, el próximo sábado se viene el juego contra Chile, en Los Ángeles.
Ecuador salió con todo a buscar el gol que le diera tranquilidad en el partido y lo consiguió. Michael Carcelen sorprendió en el área nacional para marcar el 1-0 a los 17 minutos.
Ecuador volvió a presionar en el área de los cuscatlecos, con fútbol de profundidad, pero en adelante la zaga de los cuscatlecos iba a estar más despierta, para tratar de contener el avance de los suramericanos.
Por su parte, El Salvador intentó proponer su fútbol. Lo hacía con el balón al piso, pero no podía hallar el camino hacia el arco del rival. La propuesta del equipo nacional era muy tímida para un equipo ecuatoriano muy físico.
Fue hasta el 40 cuando el equipo nacional pudo faltarle el respeto a Ecuador, con un centro de Eric Calvillo, pero Irving Herrera no pudo conectar. Sin embargo, tres minutos más tarde llegó el tanto del empate, en táctica fija. Rómulo Villalobos pateó con potencia para vencer al portero ecuatoriano, Hernán Galindez.
Villalobos se sacó todo el coraje para irlo a gritar con sus connacionales. El Salvador, con apenas una llegada al arco de Galindez, puso parejos los cartones en la cancha del PNC Stadium. Poco, pero seguro para la Azul.
Luego, para el cierre de la primera etapa, hubo un balón que le quedó a Jairo Henríquez en el área del rival, pero de inmediato se llenó de marcas y no pudo lograr su cometido.
Para la segunda parte, Ecuador salió con todo a buscar más goles. Pero ahora se hallaba ante una zaga rival que estaba más metida en el partido.
Para la segunda parte, la Azul también se motivó y se atrevió a faltar a la investidura de respeto de los ecuatorianos. Eric Calvillo se puso el equipo al hombro y le dio salida a a Azul hacia el arco de los suramericanos. En eso también trabajó Jairo Henríquez y Joshua Pérez, quienes asistían a Calvillo en la labor de ataque.
La llegada de Roberto Molina le dio otro matiz al equipo nacional en el ataque. Fue desequilibrante ante la zaga ecuatoriana y solo le faltó dar el último paso. El Salvador tuvo buenos momentos de atrevimiento con él, pero no le alcanzaron para un segundo gol, que hubiera sido un premio grande para el combinado cuscatleco.