Vacunación, desinfecciones, tamizajes, entrega de medicamentos entre otras acciones son parte de las estrategias para el combate de la COVID-19 que el Gobierno de El Salvador (GOES) ejecuta para afrontar la afectación que el virus pueda generar en la población salvadoreña.
Desde antes de la llegada del virus al territorio, el sistema de salud fue preparado y equipado para proveer las atenciones requeridas al momento de que las personas fuesen afectadas por la COVID-19, preparación que ha generado resultados positivos en comparación con el resto de las naciones de Centroamérica.
«El Salvador cuenta con mayor capacidad instalada en el sistema hospitalario público, con camas, equipos de tecnología avanzada, medicamentos y con el personal profesional mejor experimentado», detalló el GOES a través de un comunicado.
La llegada de ómicron a cada país donde ha sido confirmado ha provocado incrementos en los contagios diarios reportados, y Centroamérica no es la excepción.
En la región, el país más afectado es Panamá con 729,027 casos y han fallecido 7,860 personas; en segundo lugar, está Costa Rica con 733,708 personas contagiadas y 7,694 fallecidas; Guatemala reporta 7,12,057 contagiados y 16,509 decesos; en Honduras registran 398,900 contagios y 10,551 muertos.
A la fecha, en El Salvador se registran 135,109 contagios de coronavirus en el país, así como 3,967 fallecidos por el virus, las cifras más bajas del istmo.
La vacunación es una de las acciones principales que el GOES desarrolla desde el pasado 17 de febrero para brindar a la población la protección contra el virus. El Salvador fue de los primeros países de Latinoamérica en abrir todos los grupos etarios para ser inoculados contra el coronavirus, incluso, para la población pediátrica a partir de los seis años.
El tamizaje comunitario y centinela es otra de las apuestas para la detección oportuna de nuevos contagios. A la fecha, 1,627,890 pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) han sido aplicadas.
A través de las PCR, las personas que resultan positivas al virus reciben tratamiento farmacológico y son monitoreadas por personal de Ministerio de Salud (Minsal) para evaluar la evolución de la enfermedad.
Asimismo, las desinfecciones de hospitales, unidades de salud y centros educativos reducen la carga de microorganismos que producen enfermedades, incluida la COVID-19.
«El incremento de contagios que fue detectado desde principios de enero de este año en el país es congruente con la entrada en circulación de ómicron. Gracias a ese refuerzo del sistema se ha evitado un mayor número de personas contagiadas y de fallecimientos», agregó el Ejecutivo.