Una tendencia a la baja en los casos de la COVID-19 es lo que las autoridades de Salud han registrado en los últimos días respecto al comportamiento de la enfermedad, según detalló recientemente el ministro de Salud, Francisco Alabi, durante una entrevista.
En septiembre, los casos diarios de la enfermedad sobrepasaron los 300 por día, una situación similar a escala internacional que se debe a la circulación de nuevas variantes; pero que, en el caso salvadoreños debido a las acciones desarrolladas por el Gobierno del presidente, Nayib Bukele, han generado resultados positivos.
«Estamos observando una tendencia a la disminución de casos, a tal punto que el día 20 de octubre tuvimos 289 casos, pasamos de una cifra que superaba los 300 casos por día, y ahora estamos nuevamente llegando a los 289 casos, que es un parámetro que nos puede decir cuál va a ser la evolución de la enfermedad», dijo Alabi.
A la vez, señaló que todo el trabajo que se ejecuta a escala nacional para combatir la pandemia está dando resultados, los cuales se reflejan en la disminución de los casos y consecuentemente de los ingresos por la enfermedad en los hospitales públicos.
«Debemos tener la tranquilidad que, gracias a todo el esfuerzo y el trabajo, las medidas que se han estado tomando y, por supuesto, seguir con la celeridad en la estrategia de vacunación, ya empezamos a observar una disminución», señaló el funcionario.
El Gobierno de El Salvador ha implementado diferentes acciones para frenar el avance de la enfermedad, así como para tratar oportunamente los casos que son detectados a través de los tamizajes centinela y comunitarios.
Cada persona que resulta positiva al virus recibe tratamiento y seguimiento médico durante 14 días. De igual forma, durante el mismo periodo, un equipo del Ministerio de Salud monitorea la evolución de la enfermedad y , en caso de ser necesario, recibe la visita del personal de salud para tratar el caso; y en situaciones de emergencia, se coordina el traslado hacia un centro asistencial.
El Salvador continúa como el país de Centroamérica con la menor afectación, tanto en casos confirmados, como en muertes a causa de la COVID-19.