En 2023, la violencia homicida causó 8,361 víctimas fatales en Centroamérica y República Dominicana. Los 154 homicidios registrados de enero a diciembre en El Salvador se convirtieron en el segundo menor registro de esa abultada cifra regional como resultado del sólido plan de seguridad que el presidente Nayib Bukele ejecuta desde 2019 y que ha evitado que las familias lamenten la muerte de un ser querido a manos de las estructuras terroristas.
El informe da cuenta de que El Salvador es la nación que más redujo las muertes violentas con respecto a 2022, cuando fueron 495 frente a las 154 de 2023, es decir, un 68.9 % menos.
Países como Guatemala y Honduras registraron los mayores registros de crímenes violentos, con 2,944 y 3,035 asesinatos respectivamente; le sigue República Dominica, con 1,237; Costa Rica, con 904, y Belice, con 87, de acuerdo con datos de Infosegura, proyecto regional que promueve el uso y el análisis de los datos sobre seguridad ciudadana y justicia y que es financiado por USAID.
El año pasado se registraron en la subregión de Centroamérica y República Dominicana 8,361 víctimas de homicidio, 957 menos (-10.3%) que en 2022. Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y Dominicana disminuyeron las muertes violentas, a excepción de Costa Rica, que tuvo un incremento de 248 asesinatos con respecto a 2022, es decir, un aumento de 37.8%. De acuerdo con los datos, 2023 marca el cuarto año consecutivo en el que Costa Rica registra un incremento en víctimas de homicidio.
El reporte detalla que, durante 2023, con datos disponibles divididos por sexo, para Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras y República Dominicana se reportaron 7,127 hombres víctimas de homicidio y 958 mujeres víctimas de muertes violentas. En 2023, el total de hombres víctimas disminuyó en 740 casos (-9.4%) con respecto al 2022, mientras que el total de víctimas mujeres registró un incremento de seis casos (0.6%) con respecto a 2022.
A nivel regional, todos los meses de 2023 registraron totales por debajo de los de 2022, con excepción de mayo, junio y agosto. Junio fue el mes que registró el mayor número de víctimas en 2023: 799, que representó un incremento de 10.8 % con respecto al mismo mes del año anterior.
El Salvador es un referente a escala mundial en seguridad
La disminución histórica de homicidios que atraviesa El Salvador como resultado de su modelo de seguridad lo ha convertido en un referente a escala internacional, por lo que muchos países se han interesado en conocer el modelo para combatir la delincuencia en sus regiones.
Recientemente, el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, manifestó que el compromiso del presidente Nayib Bukele con la implementación de estrategias innovadoras ha sido fundamental en la lucha contra el crimen organizado.
«Nuestro modelo de seguridad se destaca por su enfoque proactivo y eficiente, demostrando un compromiso inquebrantable con la erradicación de cualquier amenaza a la paz y la prosperidad», afirmó el funcionario.
Villatoro agregó que el liderazgo del mandatario salvadoreño ha posicionado al país como un ejemplo en la gestión integral de la seguridad, contribuyendo al bienestar de la sociedad y al reconocimiento internacional de las iniciativas que impulsa.
El Plan Control Territorial y el régimen de excepción permitieron que 2023 cerrara con 246 fechas sin violencia homicida a escala nacional.
Las 154 muertes violentas reportadas de ese año se tradujeron en una tasa de 2.4 asesinatos por cada 100,000 habitantes. Las autoridades informaron que el 94.8 % de homicidios cometidos en 2023 se resolvieron. Mientras que para este año se prevé que la tasa sea reducida a 1.84 por cada 100,000 habitantes.
A principios de 2024, los funcionarios de seguridad detallaron que al cierre de 2023 se acumularon 518 días sin homicidios durante la administración Bukele, contrario a los tres quinquenios anteriores, en los que solo hubo dos días sin muertes violentas.
«La tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes es de 2.4, y el promedio diario de homicidio anual es de 0.4. Esto nos coloca, a nivel de América, en el segundo país y el primero de Latinoamérica con la tasa más baja de homicidios, apenas por debajo de Canadá, que cerró con 2.25 homicidios por cada 100,000 habitantes», destacó en esa oportunidad el ministro Villatoro.