Por medio de una sólida estrategia de atención, cada día más salvadoreños se recuperan de la COVID-19. Hasta el 7 de febrero, el país registraba 120,327 recuperados desde que inició la pandemia. Solo en el Hospital El Salvador, más de 10,000 pacientes han recibido el alta médica. En este centro especializado se cuenta con oxígeno y la capacidad instalada para atender a los pacientes que se encuentran en una condición grave o crítica de la enfermedad.
De igual forma, los pacientes estables o asintomáticos cumplen una cuarentena domiciliar y reciben un kit de medicamentos del Ministerio de Salud, así como seguimiento de su estado de salud por medio de llamadas telefónicas. Todo esto forma parte de la estrategia integral de atención a la pandemia que han desarrollado las autoridades de Salud, con la cual el país ha registrado datos favorables.
El llamado de las autoridades es para que la población reciba el biológico en los más de 160 puntos habilitados en el país. El Hospital El Salvador se ha convertido en un importante referente de la atención a pacientes enfermos con la COVID-19. en comparación con otras naciones. Hasta la fecha, El Salvador registra 10,830 casos activos, de los cuales 3,723 se encuentran asintomáticos, 3,537 estables, 3,221 moderados, 346 graves y 56 críticos.
El total de casos confirmados desde el inicio de la pandemia es de 135,109. De esta cantidad, el mayor número de contagios se ha identificado en San Salvador, con 48,593 contagios; le sigue La Libertad, con 17,951 casos; y en tercer lugar se encuentra San Miguel, donde se han identificado 14,925 contagios en total.
Por lo tanto, el cumplimiento de las medidas de bioseguridad sigue siendo importante para evitar más contagios. El uso de la mascarilla y el distanciamiento son algunas de las principales acciones del protocolo sanitario. De igual forma, para disminuir los efectos graves de la infección por coronavirus, la población debe recibir la vacuna contra la COVID-19. Estudios internacionales y la observación empírica han demostrado que la mayoría de los pacientes que tienen graves complicaciones o fallecen por la enfermedad son aquellos que no han recibido ninguna vacuna o tienen el esquema incompleto.