El Gobierno del presidente, Nayib Bukele, ha dado las facultades necesarias al Instituto Nacional de Salud (INS) para la respectiva secuenciación de la COVID-19 para identificar las variantes y subvariantes que circulan en el territorio.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, resaltó que este es un avance en materia sanitaria que el país tiene, y que permite conocer con exactitud nuevos datos de la enfermedad en el territorio.
«Se le han dados más facultados al Instituto Nacional de Salud, más herramientas, ahora el instituto puede hacer la secuenciación genómica del RNA. Todos sabemos que cuando queremos saber cuál es la variante o subvariante de ómicron que está circulando necesitamos mandar pruebas al Instituto Gorgas de Panamá, ahora El Salvador tiene la capacidad de poder hacer esa secuenciación, de identificar cuáles son las subvariantes que están circulando en el territorio», indicó Alabi en la entrevista de Noticiero El Salvador.
De igual manera, destacó el fortalecimiento que se ha hecho al INS para poder desarrollar este y otro tipo de procesos en materia de salud pública para beneficiar a la población salvadoreña.
Por otra parte, también señaló que se ha aumentado la capacidad de procesamiento de las tomas de pruebas PCR a escala nacional, de las cuales, debido al fortalecimiento y creación de laboratorios de biología molecular, se pueden procesar más de 5,000 PCR al día.
«Detectar oportunamente esta enfermedad hace la diferencia entre la vida y la muerte. Recordemos cuando inició la pandemia, nos dimos cuenta de una situación que para el sistema de salud era vergonzoso, no teníamos laboratorios de biología molecular, y es allí donde todas las herramientas que el presidente nos ha brindado que hemos podido crecer. A la fecha, la capacidad de todos los laboratorios de correr más de 5,000 pruebas de Reacción de Cadena de Polimerasa.
Alabi indicó que las cabinas móviles continúan recorriendo el país, para que los salvadoreños puedan tener acceso a realizarse una PCR. La detección oportuna hace la diferencia entre la vida y la muerte, ya que quienes resultan positivas al virus reciben un kit de medicamentos con molnupiravir.
La ingesta de este antiviral permite reducir las complicaciones generadas por el virus, ya que inhibe la replicación viral.
«Una de las estrategias claves es la entrega de kits de medicamentos, que incluye el Molnupiravir, este tratamiento es gratuito, cuando en otros países puede costar entre $300 a $700», subrayó Alabi.