A escala centroamericana, El Salvador es el país con la menor cifra de muertes a causa de la COVID-19, en comparación con el resto de las naciones de la región que enfrentan crisis por el aumento de contagios y consecuentemente de letalidades.
Hasta este día, el Ministerio de Salud (Minsal) salvadoreño reportó un total de 3,575 fallecidos por el virus en poco más de año y medio desde que fue detectado el primer caso en el país; mientras de acuerdo con las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins, Guatemala registró 14,700 muertes; Honduras, 10,191; Panamá, 7,307; y Costa Rica 6,946 decesos.
En ocasiones anteriores, las autoridades de Salud salvadoreñas han indicado que la mayor parte de las personas que fallecen por la COVID-19 no están vacunadas, situación que en algunos casos es generada por la desinformación divulgada por ciertos sectores, incluso, del gremio médico.
De acuerdo con Lúcia De Oliveira, asesora de inmunización de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre mayor cobertura de vacunación se tenga en un país, menor será la afectación del virus; no obstante, lamentó que muchas personas estén siendo desinformadas.
«Tenemos una lamentablemente infodemia, que es mayor que la pandemia del virus de COVID-19, donde se produce informaciones de las peores. Tienes que basarte en lo que la evidencia dice, y lo que la OMS, OPS, CDC y los ministerios de salud dicen, y no lo que está en Instagram o en Facebook o en otras páginas, porque muchas de las personas que ponen esas informaciones son personas que no saben», De Oliveira.
De igual manera, el jefe de la Unidad de Inmunización Integral de la Familia de la OPS, Cuauhtémoc Ruiz, dijo que una persona que provoque desinformación es culpable si una persona no se vacuna.
«Una persona que por desinformación no se vacune, estamos siendo culpables que, si esa persona se enferma o muere, se culpable de haberla desinformado. Es allí donde debe haber la conciencia social, la conciencia de las personas de la información que se está divulgando», aseveró el doctor Ruiz.
El Salvador ha destacado en la gestión oportuna y ejecución del Plan Nacional de Vacunación, logrando una amplia cobertura de la población, contrario a la situación del resto de países en los que existe limitado alcance; por lo que la estrategia salvadoreña ha sido reconocida por diferentes entidades internacionales como una de las 50 mejores a escala mundial.