El Salvador ha alcanzado más del 70 % de su población vacunada con dos dosis, un porcentaje mayor o igual al de muchos países europeos, con la diferencia que estos están enfrentando incremento de contagios, saturación de hospitales y muertes debido a la afectación de la COVID-19.
En el país, el Ministerio de Salud (Minsal) ha registrado un descenso tanto en los contagios y las letalidades diarias, como resultado de las estrategias implementadas como la vacunación. El pasado miércoles solo fue reportada una muerte a causa de la COVID-19 a escala nacional.
De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a mediados de noviembre, Europa registró más del 50 % de los casos globales, y fue la única región del mundo en la que aumentaron las muertes semanales.
Expertos aseguran que el incremento de los casos en países como Rusia, Alemania, Inglaterra, Ucrania y Polonia se debe a la baja tasa de vacunación que existe actualmente en esas naciones, no por falta del biológico, sino por la negativa de la población ante la aplicación del fármaco.
«Actualmente estamos viviendo la pandemia de los no vacunados», sostuvo semanas atrás el ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn. Según las estadísticas del sitio Our World in Data, de la Universidad de Oxford, hasta el 7 de diciembre Alemania tenía el 67.56 % de su población completamente vacunada.
El titular de la Federación Alemana de Hospitales, Gerald Gass, dijo que aproximadamente el 90 % de las personas que ingresan a los hospitales no se habían vacunado contra la COVID-19.
Otro factor que ha provocado el alza de los contagios, hospitalizaciones y muertes en esta parte del mundo es la relajación de las medidas, como el no uso de la mascarilla. La falta de cumplimiento de los protocolos contribuye a una mayor exposición ante el virus y, por consiguiente, a infectarse.
Mientras que, en El Salvador, las autoridades de Salud han eliminado las restricciones debido al avance de la vacunación y la amplia cobertura de inmunización alcanzada y los resultados favorables, las naciones europeas han tenido que imponer nuevamente restricciones sanitarias para contener los contagios.
Hasta el 8 de diciembre, 9,305,444 dosis de la vacuna contra la COVID-19 habían sido aplicadas. De estas, 4,437,093 son primeras dosis, 4,091,919 segundas aplicaciones, y 757,044 terceras dosis. Hasta el 8 de diciembre, 19,388 extranjeros habían sido inoculados.
La Organización Panamericana de Salud (OPS) ha reconocido el buen manejo de la pandemia que El Salvador ha desarrollado a lo largo de casi dos años de la enfermedad.
El representante de este organismo en el país, Giovanni Escalante, dijo recientemente a «Diario El Salvador» que los resultados obtenidos han sido por la implementación de «una estrategia integral de abordaje ante la COVID-19. Ha aplicado todas las medidas necesarias de salud pública tanto de vigilancia, cuarentena, aislamiento, el tema de la disponibilidad oportuna de vacunas».
Estas acciones también le han permitido a El Salvador posicionarse, incluso, como el país con el mayor porcentaje de vacunación de Centroamérica, con la menor cifra de contagios y muertes por el virus en la región.
La aplicación del biológico sigue cumplimiento tres principios: universal, gratuita y voluntaria.
No obstante, países como Francia han determinado que todos los mayores de 65 años deben aplicarse la tercera dosis para conversar un pase de salud que les permite el ingreso a lugares públicos, de forma que sea un incentivo (al igual que para otros grupos etarios) para recibir el biológico.
El llamado de las autoridades de Salud salvadoreñas es a continuar aplicándose oportunamente las vacunas y a cumplir con todos los protocolos de bioseguridad para prevenir nuevos contagios del virus y evitar así complicaciones de salud.