Desde el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) se desarrollan diferentes acciones, estrategias y planes para proteger y conservar especies nativas del país que están en riesgo de extinción. Estos son el caimán, el cocodrilo, el mono araña, la lora nuca amarilla, la tortuga marina, los cetáceos, el gato zonto, el tigrillo, el ocelote y el puma.
En ese sentido, el MARN lanzó en julio una miniserie de seis capítulos en el que expone las principales acciones para proteger a estas especies. Esta producción audiovisual tiene como objetivo principal sensibilizar a la población sobre el cuidado y la protección de la vida silvestre, por lo que se desarrollan los programas de conservación de especies prioritarias, implementados por la Dirección de Ecosistemas y Biodiversidad (DEB).
«Queremos educar. Hay que entender que los animales silvestres no necesitan de nosotros los seres humanos, no nacieron para estar ni vivir en cautiverio. Tenemos muchas instituciones de Gobierno que colaboran con nosotros y también salvadoreños comprometidos que quieren hacer la diferencia», indicó el ministro de Medio Ambiente, Fernando López.
MAMÍFEROS MARINOS
En El Salvador se cuenta con la visita de muchas de estas especies, como ballenas, delfines y leones marinos. Las ballenas son los cetáceos más grandes, y los delfines, los más pequeños. Las costas salvadoreñas han sido visitadas por un total de 20 especies de cetáceos. Estos animales pueden aparecer en las playas y quedar en evidencia para los humanos, a lo que se le llama varamiento. Durante el año, varias especies varan y muchas pasan desapercibidas. Esto puede suceder por muerte natural del animal, por mareas extraordinarias o por factores humanos como enmallamiento en redes. Si encuentra un animal varado en la playa, debe avisar a la Policía Nacional Civil, División de Medio Ambiente (PNC- DMA), al 7073-6009 o pedirle al operador del 911 que lo contacte con la división. Es importante que la persona que llama proporcione información precisa del lugar del varamiento (dirección exacta, cantidad de especímenes y el tamaño aproximado, especificar si se encuentra vivo o muerto).
El MARN ejecuta el Programa de Conservación de Cetáceos, que abarca a delfines, ballenas, cachalotes y zifios como especies en riesgo de extinción. Se ha creado la mesa técnica de conservación de cetáceos y se han desarrollado capacitaciones especializadas a turoperadores de la zona para avistamientos responsables de cetáceos.
TORTUGAS MARINAS
Son reptiles que se caracterizan por tener una piel escamosa y un caparazón; el cuerpo está adaptado a una forma hidrodinámica para moverse en el agua rápidamente, pero no pueden esconder la cabeza y las aletas. Son migratorias, pero durante una parte de su vida también entran a los manglares para alimentarse; ahí pueden ser víctimas de golpes con embarcaciones que manejan a gran velocidad. Hay siete especies distribuidas en el planeta, y de ellas cuatro anidan en El Salvador: tortuga golfina («Lepidochelys olivacea»), tortuga carey («Eretmochelys imbricata»), Tortuga prieta («Chelonia mydas») y tortuga baule («Dermochelys coriacea»).
Si encuentra una tortuga marina varada, contacte a las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) o a la Policía Nacional Civil, División de Medio Ambiente (PNC-DMA), para recibir instrucciones sobre cómo actuar. Si no logra contactarlas, puede verificar si está viva colocándose bolsas plásticas en las manos y con un dedo puede presionar suavemente el párpado del animal, y observar si hay algún movimiento. Si está viva, puede trasladarse a un lugar con sombra y cubrirle el cuello y el caparazón con trapos húmedos sin taparle la cara.
El Salvador destaca con el Programa de Conservación de la Tortuga Marina, ya que es el segundo país más importante para la preservación de las tortugas marinas de las especies que anidan. El MARN desarrolla patrullajes nocturnos para verificar la conservación de los huevos; también los traslada a viveros autorizados.
CAIMÁN Y COCODRILO
El caimán de anteojos («Caiman crocodilus») es un reptil carnívoro que habita diferentes tipos de cursos de agua dulce, ciénagas y pantanos en el sur de México y Centroamérica y en el noroeste de Sudamérica. Su hocico es ancho, con el extremo redondeado y labios regulares. Los juveniles presentan bandas oscuras irregulares que cruzan todo el cuerpo oblicuamente. Los machos llegan a medir entre 1.8 m y 2.5 m de largo, y las hembras, 1.4 metros. El cocodrilo americano («Crocodylus acutus») es un reptil carnívoro que habita los diferentes tipos de cursos de agua dulce, salobre o salada: el sur del golfo de México, las Antillas Mayores, excepto Puerto Rico, las costas de América Central y América del Sur en el Caribe hasta Venezuela. En el Pacífico habita en la costa de América Central, y en el norte de América del Sur, hasta Tumbes. Tiene un hocico largo y menos ancho, puede medir hasta cinco metros de longitud, y el hocico se estrecha hacia la punta en forma gradual.
El MARN ejecuta el Programa Nacional de Conservación del Caimán y Cocodrilo, con el que desarrolla acciones como la creación y el funcionamiento de un vivero de incubación de huevos de cocodrilo para proteger y conservar a esa especie.
FELINOS
Se considera que en todo el mundo hay 38 especies de mamíferos silvestres, y en El Salvador se cuenta con cuatro, que son el puma, el ocelote, el tigrillo y el gato zonto. En el pasado existió una quinta especie, que es el jaguar, pero hoy se considera extinta. Son especies carnívoras muy sensibles, catalogadas en peligro de extinción a escala nacional, a excepción del gato zonto. Algunas de las acciones que afectan a estos animales son la destrucción y la contaminación de sus hábitats, la caza furtiva, el comercio ilegal, la tenencia como mascotas, entre otras.
Los felinos son reguladores biológicos de las poblaciones y demuestran la salud y el funcionamiento de los ecosistemas. En caso de encontrar una cría en el bosque, no debe sacarse de ahí, pues usualmente sus padres están cerca y al escuchar algún ruido se ocultan y no logran esconder a toda la camada, por lo que las crías quedan abandonadas. Para ayudar a esta especie también se puede evitar la caza furtiva de las especies que les sirven de alimento, como peces, reptiles, aves, anfibios, cangrejos de tierra, entre otros. No deben ser capturados para cualquier fin, ya que estas especies están protegidas por la legislación nacional. El MARN lleva a cabo el Programa de Conservación de Felinos, que incluye cuatro especies, con el cual conocen mejor el comportamiento del puma gracias al monitoreo de cámaras-trampa que se implementan de forma estratégica.
MONO ARAÑA
Es la única especie nativa de primate que está presente en El Salvador. Tiene largas extremidades y una extraordinaria agilidad para desplazarse y vivir en las copas de los árboles, lo que le ha dado su nombre característico de mono araña. Puede medir hasta 50 centímetros y pesar alrededor de 18 libras. Debido a que todas sus actividades las hace en los árboles, se denomina un mamífero arborícola. Son animales sociales, por lo que necesitan la compañía de otros individuos de su misma especie para tener un desarrollo adecuado. Debido a la disminución de las poblaciones, el mono araña está clasificado como en peligro según la lista roja de la UICN 2021. A escala nacional se encuentra en peligro de extinción según el listado oficial de especies de vida silvestre amenazadas y en peligro de extinción (publicado por el MARN en 2015). En el caso particular de El Salvador, se han identificado diversas presiones que ponen en riesgo la supervivencia de la especie, como la destrucción de las selvas tropicales debido al incremento de las actividades agrícolas y ganaderas, incendios forestales provocados por humanos y reducción de sus poblaciones por la caza ilegal para venta. El mono araña es amenazado por la tenencia y el tráfico ilegal; en ese sentido, por medio del Programa de Conservación del Mono Araña se prevé la construcción de un complejo de recintos para recibir a monos araña decomisados para mejorar las condiciones de vida de esta especie en cautiverio.
LORAS Y COTORRAS
La lora nuca amarilla y la cotorra frente blanca tienen el plumaje verde, cola corta y cuadrada. La lora tiene plumas amarillas en la nuca y algunas veces también en la frente y debajo del pico. Ambos animales tienen alrededor de los ojos una zona sin plumas. No se conoce el tamaño exacto de sus poblaciones, pero la cotorra ha desaparecido de lugares donde antes habitaba. Ambas especies se encuentran en peligro de extinción a escala nacional debido principalmente al saqueo de sus nidos y a la destrucción de sus hábitats. La lora nuca amarilla forma parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites) y se ha catalogado como especie en peligro de extinción en la lista roja de especies amenazadas de la UICN. Ambas especies cumplen un importante papel ecológico, pues dispersan semillas, lo que contribuye a la regeneración de los bosques. Al estar en cautiverio sufren porque no pueden comunicar sus emociones con los humanos. Se estima que nueve de cada 10 loras mueren en el proceso de captura, reduciendo considerablemente la cantidad de ejemplares. Cazar o recolectar estos animales viola la Ley de Conservación de la Vida Silvestre y el Código Penal, y puede ser sancionado con multas de hasta 100 salarios mínimos o con prisión. Además, el MARN ejecuta el Programa de Conservación de la Lora Nuca Amarilla, con el cual coloca nidos artificiales en las áreas naturales donde habita la especie con la finalidad de promover su reproducción.