El Salvador se quedó a gusto con la firma del 0-0 ante Panamá, en el último partido de la fase de grupos del Premundial sub 20 de Honduras.
Con ese resultado, el equipo cuscatleco mantuvo el invicto hasta el momento y avanzó líder a octavos de final, instancia en la que enfrentará a República Dominicana.
Pero este empate sin goles se convierte en el juego más insípido de la Azulita, que bien o más así se lleva el negocio.
El Salvador volvía a la cancha del Tiburcio Carías Andino para cerrar la fase de grupos del Premundial sub 20 de Honduras.
En el primer lugar, el equipo nacional debía cerrar ante Panamá, que llegaba con pies hinchados, luego de la bofetada por 3-1 ante Guatemala, el martes.
Sin lugar a dudas, el equipo a cargo de Gerson Pérez salió a cuidar la primera plaza, para acceder a octavos de final del Premundial. Prueba de eso es que hubo que esperar hasta el minuto 45, para emocionarse con el primer aviso a gol de la Azulita.
Esa llegada de peligro sobre el arco canalero tuvo la firma de Mayer Gil. Se atrevió a encarar y metió tiro pegado al poste.
Antes de eso, la Azulita lo había intentado con Ronald Arévalo, que no ha vuelto a mostrar el nivel de fútbol del primer juego de este Premundial, contra Guatemala. No ha vuelto a apadrinar aquellos desbordes que meten en apuros a cualquier zaga.
Tampoco Andrés Rivas había tenido un buen primer tiempo. Luchó y luchó, pero no pudo generar una clara junto a Jonathan Esquivel, que estuvo alejado del arco adversario.
Luego, a los inconvenientes del equipo nacional con la profundidad hubo que añadir la amonestación del capitán Harold Osorio, quien amarrado con esa amarilla ya no era lo mismo.
Para la segunda parte llegaron a la cancha Robinson Aguirre, Hamilton Benítez y Dany Ríos. Entre los tres debían confeccionar la llegada del equipo nacional, pero parecía que los equipos estaban a gusto con el empate, que le servía mucho más a El Salvador para consolidarse en el liderato.
Luego , El Salvador, solo en punta con Arévalo, se vio impotente ante el arco del equipo panameño, que tampoco proponía nada en ataque. Al final, todo terminó sin agravios.