Esta operación financiera la realizó el Gobierno efemelenista sin tener un destino específico para el uso de los recursos recibidos por el oro, según dijo en ese momento un funcionario del Banco Central de Reserva (BCR) a la agencia de noticias internacional Reuters.
«El Salvador, cuya pequeña economía está dolarizada desde 2001, ingresó por la operación unos $206 millones que pasarán a las carteras de reserva del ente emisor, y con las que busca protegerse ante una eventual volatilidad en los mercados», explicó hace casi 10 años el funcionario del BCR.
En su nota del 24 de abril de 2015 Reuters contrastó que El Salvador se deshizo de sus reservas internacionales de oro mientras que otras naciones la aumentaron, como mecanismo para respaldar sus economías.
«El empobrecido país centroamericano fue el único que vendió oro en marzo, mientras que Turquía, Bielorrusia, Kazajistán y Rusia aumentaron sus tenencias, según datos publicados el viernes por el Fondo Monetario Internacional (FMI)», publicó la agencia.
La operación financiera fue realizada por el FMLN, según indicó la cadena de noticias, a la «espera que la economía creciera» un 2.8 % en 2015 en comparación con el crecimiento de 2014.
Ya transcurrieron casi 10 años de esa operación financiera y para el especialista en administración pública Nelson Flores la venta del 80 % de las reservas de El Salvador en oro sin dudas tuvieron un impacto negativo en la economía.
«Las ventas de las reservas de oro de un país afectan totalmente la economía, y el FMLN, en el Gobierno de Sánchez Cerén, lo sabía muy bien. Vender las reservas de oro tiene efectos negativos en la economía, como la inflación, la desconfianza y la pérdida de poder adquisitivo, provocando una inflación en las finanzas y una baja significativa en las mediciones de organismos financieros internacionales», explicó Flores.
El analista planteó que este tipo de operaciones dificultan la obtención de créditos con organismos financieros mundiales, y además señaló que es contradictorio que ahora el FMLN, sin mayor representación política, se oponga a la explotación de oro en el país.
«Cuando hoy alzan sus voces diciendo “no a la minería”, sin ningún sustento técnico ni científico, solo lo hacen con la idea de ganar simpatizantes, con un tema del que ellos mismos se aprovecharon y destruyeron, como fue la venta de las reservas de oro», cuestionó.
Más dinero por crisis
Además de la venta aurífera, Reuters destacó en su publicación del 24 de abril de 2015 que en esa misma semana el Gobierno de Sánchez Cerén también fue autorizado por la Asamblea Legislativa para emitir $900 millones en bonos, para financiar planes de seguridad, programas sociales y pagar intereses de la deuda externa.
Ambos movimientos financieros, es decir, la venta del 80 % de las reservas de oro y la emisión de bonos, fue la antesala a la declaratoria de emergencia económica que el presidente efemelenista decretó en octubre de 2016 -en cadena nacional de radio y televisión- ante la falta de liquidez para honrar compromisos de gasto corriente, como el pago de salarios de empleados públicos.
Sánchez Cerén fue procesado por el delito de lavado de dinero. Tras finalizar su mandato huyó a Nicaragua.