Por primera vez en el país, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) desarrolló el cierre de comunicación interatrial por vía percutánea, un defecto congénito que afectaba una derechohabiente. La intervención fue hecha por parte del equipo multidisciplinario de la Unidad de Terapia Endovascular del Hospital Médico Quirúrgico y médicos mexicanos.
Este procedimiento se enmarcó en el desarrollo del XXXII Congreso Centroamericano y del Caribe de Cardiología y el XLIII Nacional de Cardiología que reunió a más de 400 especialistas, entre estos, médicos del ISSS, en el cual el Heart Team del Miami Cardiac & Vascular Institute, parte de Baptist Health South Florida liderado por el médico salvadoreño Ramón Quesada, director médico compartió diferentes innovaciones desarrolladas en cardiología.
La cirugía fue transmitida en vivo desde el Hospital MQ hasta el hotel capitalino donde se desarrolló una de las jornadas del congreso, y fue supervisada por la directora general del ISSS, Mónica Ayala.
Para la ejecución de procedimientos de este tipo, la institución ha adquirido 40 dispositivos de cierre para cardiopatías congénitas, asimismo, 48 válvulas para implante de válvula aórtica TAVI, lo que se traduce en $1.4 millones en la compra de insumos planificados para el año 2022-2023.
«Nos estamos evitando una cirugía cardíaca de corazón abierto, la cual tendría una recuperación de al menos, 10 para la paciente, y ahora lo vamos a hacer endovascular», dijo la doctora Ayala.
La intervención estuvo encabezada por médicos cardiólogos intervencionistas de la Unidad de Terapia Endovascular del Hospital Médico Quirúrgico ISSS. También acompañó el Dr. Roberto Mijangos, médico cardiólogo, de nacionalidad Mexicana, especialista en intervencionismo congénito y el doctor Adrián Sánchez, hemodinamista del Hospital Regional de Tijuana.
El doctor Mijangos explicó en qué consistió el procedimiento y dijo que: «Cerramos un defecto congénito, la paciente nació con ese defecto entre ambas aurículas, cerramos el defecto con un dispositivo que tienen níquel y titanio. Este procedimiento tiene la ventaja que se hace a través de la pierna en la vena femoral, accesamos hasta el corazón para poder encontrar el defecto, y con la ayuda de ecografía transesofágica localizamos el defecto, lo medimos y vemos el dispositivo que mejor convenga. Así hicimos con esta paciente cerrando este defecto con un dispositivo de 18 milímetros».