Noel Orellana, magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), informó en una entrevista con «Diario El Salvador» que el organismo colegiado está valorando las posibilidades de desarrollar en dos días las elecciones generales a celebrarse, tentativamente, el 3 de marzo de 2024.
Según Orellana, esta es una posibilidad permitida en la legislación electoral, pero que tendría que consultarse anticipadamente con el Ministerio de Hacienda, con el fin de conocer si se tiene el presupuesto necesario para destinarlo a dos eventos electorales continuos.
«Es importante hablar con las autoridades del Ministerio de Hacienda principalmente para ver qué capacidad tiene el país para estar financiando elecciones separadas, que perfectamente se pueden hacer unidas, pero eso no indica que tampoco puedan hacerse en un mismo día. Es una decisión que el Tribunal Supremo Electoral va a tomar», manifestó.
Del mismo modo, enfatizó un detalle: se marcaría un «precedente electoral en el país» con la posibilidad de que los comicios de 2024 se extiendan a tres días, en el caso de haber una segunda vuelta para elegir presidente.
«Si se decidiera que las elecciones fueran separadas, existe la posibilidad de que se puedan tener tres eventos electorales, que serían elecciones de presidente y vicepresidente, las elecciones de diputados de la Asamblea Legislativa y el Parlamento Centroamericano (Parlacen) y, en caso de que ningún partido político logre el número de votos en la mayoría que exige la Constitución, existe la posibilidad de una segunda vuelta. Eso significaría grandes precedentes electorales», explicó Orellana.
En 2024 coincidirán las elecciones presidenciales, legislativas, de diputados del Parlamento Centroamericano y de concejos municipales. En dicho caso, el artículo 169 del Código Electoral establece que el TSE podrá disponer, según lo conveniente, si los comicios se llevan a cabo de forma conjunta en un solo día o si se celebran de forma separada.
Asimismo, indica que se debe convocar a la población para las elecciones de dichos funcionarios con un mínimo de cuatro meses de anticipación a la fecha establecida, que para 2024 hasta el momento se mantiene el 3 de marzo, aunque, según Orellana, no es un hecho que «esté escrito en piedra», por lo que podría variar conforme se acerque el año electoral.
Afirmó que el TSE solo espera que la Asamblea decrete el mecanismo que utilizará la diáspora para emitir el voto desde el exterior para «aterrizar» los planes y la organización de los comicios.