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Por Óscar Armando Polío.
Es tan importante recordar y valorar nuestras raíces. En este artículo quiero hacer referencia de la raza aborigen de los pipiles, descendientes de los viajeros galácticos de los mayas, el tópico de mi historia a continuación.
Transcurría el año de 1932, en la tierra Cuscatleca, bajo el régimen de una dictadura militar, la población, en su mayoría pipiles, vivía de la explotación del añil. Una comunidad muy noble y laboriosa. Eran años fructíferos y de armonía, hasta que la oligarquía, a través del gobierno, decidió cambiar la economía del añil por el café, esto fue sin previo aviso, o sea a la fuerza.
Esto provocó una insurrección popular por parte de los pipiles, quienes fueron reducidos y aplastados por las fuerzas militares. Este genocidio hizo desaparecer la cultura pipil, los nativos que pudieron sobrevivir al exterminio renunciaron a su cultura por temor a ser asesinados.
En 1973, por mera «coincidencia» bajo un régimen militar, ni el país ni mi familia podían ofrecerme lo suficiente para poder cumplir mis sueños, que parecían inalcanzables.
Así que este pipil, a sus 19 años y con escasos $40, una mochila con dos mudadas y una valija enorme, llena de ilusiones e ideales, emprendió un viaje en busca de una nueva realidad. El destino fue la ciudad de Nueva York. Antes de llegar, tuve que hacer una escala de once meses en Tijuana, y después del quinto intento logré cruzar la frontera, el gran primer sueño realizado: llegar a Nueva York.
Por la gracia de Dios, ya se han cumplido varios sueños, pero la vida y el mundo son tan intensos e inmensos como para dejar de seguir soñando y conquistando nuevas fronteras.
Efectivamente, el cosmos entero, Dios, conspira en tu favor para que los designios divinos se cumplan en nuestras vidas.
Se cruzaron en mi camino dos grandes músicos del Perú, ellos tocaban música andina en las plataformas de los trenes de aquella ciudad. Me invitaron a tocar el tambor con ellos y después de un mes había dejado mi empleo, matrimonio, patrimonio y viajamos a Londres. De aquí en adelante hay un solo camino y un solo destino: el mundo.
En esta nueva fase de mi vida, viajé 29 años y visité 32 países, donde trabajé en la música alternando con la medicina natural. En estos lugares me quedaba temporadas difundiendo de nuestra cultura, siempre haciendo énfasis en la política y la historia de mi país.
Vivíamos el inicio del nuevo siglo, la era de Acuario, 2012 se acercaba y los mayas eran protagonistas del boom mundial. Yo estaba bien involucrado en el estudio de las culturas antiguas y otros temas diversos relacionados con la Metafísica, eran los temas que desarrollaba en los programas radiales a los que era invitado, además de charlas y cursos que impartía en diferentes lugares en Barcelona, lugar donde residía en ese momento.
No todo era color de rosa en mi vida, pues tenía un aguijón que me provocaba gran malestar: en mis encuentros con otras comunidades me achacaban que mi país era violento, lleno de pandillas y me recordaban de la derrota de 10 – 1 ante Hungría, en el mundial del 82.
Aunque reconocían la grandeza de dos personajes cuscatlecos: Monseñor Romero y el Mágico González. Esta experiencia me incentivó para encontrar una forma de transformar ese concepto tan negativo que el mundo tenía acerca de nosotros.
Mis intervenciones musicales y periodísticas tomaron un estilo más objetivo, además del entretenimiento, había un trabajo informativo sobre cómo era la realidad de nuestro pueblo, que además de artístico, era noble, valiente y emprendedor. Este mensaje lo difundí de tú a tú, y a través de los medios de la comunicación (radio y prensa) y ahora a través de las redes sociales.
En pleno 2022 siento el enorme deseo de ser parte esencial del momento trascendental e histórico que vive mi país. El Último Pipil ha regresado a su tierra después de 46 años. Vengo dispuesto a concretar mi gran sueño y para eso traigo nueva música (ecléctica) y un proyecto que podría interesar a las autoridades, a la generación joven que maneja los hilos de nuestro destino, por quienes tengo un gran respeto y admiración y los apoyo totalmente.
Estoy formando un grupo de música con compañeros que ejecutan varios instrumentos, a quienes conozco desde hace más de 25 años, como son Santiago Amílcar Muñoz y Óscar Gabriel Carrillo, quienes por años han enseñado música a niños de la calle, a estudiantes desde primaria hasta nivel universitario. Además de enseñarles a la fabricación de sus propios instrumentos, también cuento con artesanos, pintores y grandes músicos, compañeros y amigos, como José A. Panameño y Ángel Portillo. Es todo un paquete para beneficio de los estudiantes. Nuestra enseñanza es de forma amena, cordial y profesional.
Es el momento de celebrar y agradecer a Dios por su dirección divina y a toda la nueva generación que ha tomado las riendas y el destino de todo un pueblo. Y como dijo una vez John F. Kennedy: «No preguntes que puede hacer tu país por ti, pregunta, que puedes hacer tú por tú país».
Así que aquí estamos, un grupo de artistas esperando el llamado de nuestra juventud para iniciar nuestro legado, el gran sueño de El Último Pipil que le quiere mostrar al mundo su verdadera identidad, sus virtudes y valores que una vez se le fueron arrebatados. Me siento orgulloso de nuestras raíces, nunca me he dejado intimidar por el desprecio de algunos, no he sentido temor ni vergüenza en presentarme al mundo tal y como soy, así como lo hicieron en su momento Atonal y Atlácatl. El Último Pipil es la representación simbólica de todo un pueblo que dijo basta y retoma su verdadera identidad.
DePoesía
«Los arquis como vos»
Por Guillermo Funes
A JJ Rodríguez mi hermano:
«Y cuando humanizó la choza, le coronaron con espinas que él creyó eran laureles», de El Albañil.
Los arquis como vos,
sin que se den cuenta,
esculpen el espacio
volviéndose poetas de la nada.
Los arquis como vos
se titulan a diario,
creando y recreando ámbitos
que son continuidad de una actitud,
y sueño y verso de una búsqueda.
Los arquis como vos
no son de la academia,
son su razón de ser,
instaurando tu geométrica visión
en el vacío muerto,
que tus sueños miden.
Los arquis como vos
hacen de su quehacer
un acto sacro y lúdico,
tomando al hombre
como medida y centro,
motivo y fin,
porque presente tienes siempre
que todo hombre es ser que habita.
Los arquis como vos
sin olvidar el Partenón
Keops y Notre Dame,
no confunden lo bello
con lo estético,
ni lo habitable con lo funcional.
Los arquis como vos,
sin ignorar a Vitrubio
ni el nuevo Modulor
o algún futuro cuántico,
distinguen lo esencial
de lo escultórico.
Jhony,
los arquis como vos
enseñan a los hombres
el lenguaje silencioso
del arte de las artes,
que habitar es función existencial
y que es poéticamente como se realiza.
Ver un proyecto tuyo
reconforta
libera la imaginación
despierta sueños,
y críticas de los que en una torre
no ven más que
hierro, cemento arena y piedra,
precisamente de lo que no están hechos
los sueños.
JJ,
antes que se me olvide
cuéntame un chiste
de esos que hacen olvidar
la fealdad y lo mediocre.
«Madre, salvadora del mundo»
Por Freddy Pacheco
Madre de mil batallas

siempre pierdes un hijo en guerras extrañas
llevando en tu seno
la carga de un país agonizante.
Tus manos siempre elevadas al cielo
soportando un canasto
soportando el mundo
llena de esperanzas.
Un delantal de rosas y encajes de esmeraldas
flor de elote la sonrisa
espigas de maizales
en tu pelo trenzado
Invadiendo las calles
de pesadumbre y olvidos.
Recordando quizás
la vida que un día salió de tu vientre
y acarició tu regazo
hasta que se hizo grande,
y se convirtió
en hijo lejano
dolor lejano.
¡Y tus ojos brillan, madre!
anegados de llanto
enlutados de melancolía
sin explicarte el por qué
tus sueños
siempre son lejanos.
Madre, buscas refugio a tus penas
en los cantares
en los evangelios y los salmos.
Desesperadas tus huellas
por encontrar el camino
que devuelva la paz a tu corazón
cansado de esperas.
Siguen muriéndose tus hijos,
sin embargo
siguen despidiéndose de tus ojos
llenando tu alma de ausencias.
Madre,
eres tu la salvadora del mundo
ternura
amor
libertad
armonía del Universo.
Eres el pueblo irredento
conquistando el futuro.
Hoy,
lejos de tus manos,
recuerdo que te debo la vida
siento tus bendiciones en mi pecho
iluminando los silencios.
Solo pienso en regresar
al paraíso de tus besos.
«A CUISNAHUAT»
Por Wilfredo Bonifacio Córdova
Tres hombres nahuales llegaron,
a hermosa colina productora
que nuestros ancestros dejaron
misteriosa disciplina protectora.
En el río Tular está la Cajanadón
oculto este secreto misterioso
pretendieron develarlo con azadón
solo hallaron realismo tormentoso.
Pueblo de romería y de costumbre
unido con Jayaque en los Topadas
que llegan al Iscacal de la cumbre
cada uno expresando sus baladas.
Fiesta de San Lucas novembrina
vemos historiantes pintorescos
como el «Capitán» y su madrina
trazados en un solo parentesco.
Estampa decembrina su pastorela
sobresale Sambumba cucuruchos
declarando versos en francachela
alegrando y divirtiendo a muchos.
Comedia muy divertida
micos dioses de otros lares
es reseña muy compartida
visitando familias y hogares
Marimba de sonido exquisito
amenizas divertida costumbre
habitante cumple un requisito
danzar un son mujer y hombre.
Músicas de madera penetrantes
escuchada en la cofradía del santo
organizada y practicada desde antes
da alegría, tristezas, hasta llanto.
Cuisnahuat, lugar de encanto,
rico en maíz, frijol y plantas
el apóstol Lucas es tu santo
se esperan bendiciones santas.
Calles que recorre la viejada
los historiantes las tres coronas
donde toda su gente es amada
hasta las honorables matronas.
Pueblos gemelos con Ishuatán
situados delineados en su cima
las enseñanzas mayas ahí están
recibiendo admiración y estima.